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La Cabalgata salva con nota la crisis de la edición anterior. Fernando Pérez Ávila. Diario de Sevilla


La de 2006 era la primera cabalgata tras la crisis, la primera que salía a las calles de Sevilla 365 días después de un cortejo que sembró la polémica en el seno del Ateneo por sus más de dos horas de retraso, por la escasa calidad artística de las carrozas y por los cambios improvisados de itinerario. Por eso andaba el presidente del Ateneo, Enrique Barrero, obsesionado con la hora y nervioso, quizás demasiado, cuando la Estrella de la Ilusión no salía de las antiguas cocheras de Tussam pasados diez minutos de la hora prevista, las cinco menos cuarto.

Empezaba el desfile algo tarde y con algunos parones, nada serio, hasta que la carroza del Quijote, la que hacía la número 24, daba su primer giro todavía dentro de las viejas cocheras. Un tornillo se clavaba en la rueda trasera izquierda de la estructura y el neumático derecho reventaba tras aguantar unos segundos el enorme peso de la carroza, los niños y las toneladas de caramelos. La avería provocó un retraso superior a la media hora que la organización trató de ir recuperando para que al menos no se repitieran las mismas escenas del año pasado.

Y así fue. El retraso se fue diluyendo a lo largo de la tarde y desde que el rey Baltasar, con un espectacular turbante y un atuendo de grana y oro en vez del tradicional verde, traspasó el atrio de las cocheras la normalidad, tan ansiada, presidió la cabalgata. Banderas del centenario sevillista en los balcones y gritos de viva el Betis en la calle saludaban al rey, encarnado en la persona de José María del Nido. La alegría se marchaba y atrás quedaban los llantos de las pequeñas que acompañaban a don Quijote y su escudero Sancho y el desconsuelo de Iluminada Simón, la joven diseñadora de la carroza que además caracterizaba a Dulcinea.

El Ateneo había decidido invertir el recorrido y pasar por el parque de María Luisa a primera hora de la tarde para ganar luz y evitar que el cortejo procesionara casi en solitario en las últimas horas. Si la afluencia de público es un criterio para evaluar estas decisiones, el cambio fue un acierto monumental. Miles de personas decidieron contemplar la cabalgata en el parque y, sobre todo, en la plaza de España. El seguimiento fue masivo durante toda la jornada, especialmente en las calles del centro y de Triana. Sólo en los puentes, el de Los Remedios y el de Isabel II, quizás por el frío, quizás por el respeto que impone el movimiento de la estructura por el peso del público y las carrozas, se podía ver el cortejo con cierta tranquilidad.

Tampoco querían los organizadores de la cabalgata de 2006 que ésta se pareciera a su antecesora en el aspecto artístico. Para ello habían incluido hasta 13 nuevas carrozas y se habían unificado las plataformas de todas ellas para que midieran seis metros de largo. La accidentada carroza del Quijote era una de las más logradas, calificada por su creadora de modernista, pero tendrá que esperar algo más para ser admirada en la calle. Los tronos ganaron en relación con el año pasado, reciclados en la presente edición para los pajes, y con los reyes en una posición algo más alta que en anteriores ocasiones. La Estrella de la Ilusión, que abre el cortejo, el Gran Visir y el Mago de la Fantasía desfilaron también en nuevas estructuras.

Pero si hubo alguna carroza que acaparó miradas y comentarios fue la de la ONCE, novedad este año y referencia obligada a los discapacitados. Unos muñecos gigantes de trapo presidían esta estructura, desde la que lanzaban caramelos algunos niños invidentes acompañados de sus perros guías, mansamente sentados pese al estruendo de las cornetas y tambores de bandas como Las Cigarreras de Oriente y el bullicio.

Otra de las novedades era la tracción de las carrozas mediante vehículos todoterreno y la bajada de las plataformas para evitar que algún niño se lanzara a recoger caramelos entre las ruedas. Los Aníbal de Santana permiten mayor facilidad de maniobra que los tractores y tuvieron buena parte de culpa de que el retraso de la salida no se agravara durante el recorrido. La cabalgata de 2006 ya es historia. Hoy, el turno de los barrios.

Mas info en: www.diariodesevilla.com

 










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