Los Reyes Magos de San Esteban a pie, superando las inclemencias, llevaron regalos a los ancianos del Pozo Santo
Daniel García Acevedo. Debido a las fuertes lluvias que cayeron en Sevilla en la mañana del 6 de enero, las carrozas de Sus Majestades los Reyes Magos de la hermandad de San Esteban no pudieron ser trasladadas desde su lugar de origen hasta la iglesia de la Puerta Carmona, con lo que los Reyes Magos tuvieron que ir a pie hasta el Convento del Pozo Santo para llevarles sus regalos a los residentes de este hospital.
Acompañados de sus pajes y abriendo el cortejo, la banda de cornetas y tambores Amor de Cristo de San Juan de Aznalfarache y cerrándolo, la agrupación musical Virgen de los Reyes, que hicieron las delicias de todos los presentes con sus sones navideños y con otras interpretaciones.
Los beduinos que acompañaban al cortejo eran de la hermandad de los Negritos que de esta manera también querían colaborar con este noble acto.
Pudimos observar en gran parte del recorrido a Antonio Silva de Pablos, director del área de fiestas mayores, acompañado por parte de su familia.
El recorrido de ida fue ligeramente cambiado para llegar a la calle Imagen, desde Sales y Ferré y Plza del Cristo de Burgos y no por Juan de Mesa, como inicialmente se había anunciado.
A las 13,30 horas llegaba todo el cortejo hasta la Plaza del Pozo Santo. Al llegar al asilo, los tres Reyes Magos entraron, acompañados de sus pajes, hasta el comedor donde los residentes estaban esperándoles para recibir sus presentes y algún que otro caramelo.
Tras un rato departiendo Sus Majestades con los residentes y las monjas, que también recibieron sus caramelos, procedieron a marcharse hasta su lugar de origen, demostrando que la ilusión pudo mas que las inclemencias meteorológicas.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.
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