La Virgen de la Cabeza regresó a San Juan de la Palma con reminiscencias de la Romería de Andujar

Daniel García Acevedo. La Virgen de la Cabeza retornó ayer sábado, 30 de abril, desde la Catedral, donde se encontraba para presidir el Pregón de las Glorias que pronunció Antonio García Rodríguez, hasta su sede canónica de la iglesia de San Juan de la Palma.

La Virgen bajaba de la rampa del altar mayor de la Catedral unos minutos antes de las 18,15 horas, para hacer la visita obligada  a la Virgen de los Reyes, donde les esperaban miembros de la asociación de la Virgen de los Reyes y San Fernando, teniendo lugar un intercambio de ramos de flores y el rezo de la Salve a las plantas de la Patrona.

El cortejo abandonó el primer templo metropolitano por la puerta de San Miguel. En el mismo figuraban numerosas representaciones de hermandades de glorias de Sevilla, con estandarte y varas, así como representaciones de hermandades de la Virgen de la Cabeza de toda la geografía nacional, portando algunas de ellas unas banderas que son un signo de identidad de esta advocación y de su romería.

También figuró un tramo de mujeres ataviadas con mantilla blanca. Abriendo el cortejo estuvo la Banda de cornetas y tambores Santo Cristo Varón de Dolores, de la hermandad del Sol.

Al salir de la Catedral, la Banda de música de la Cruz Roja interpretó el pasodoble “Morenita y pequeñita” que es el himno de la Virgen de la Cabeza, siendo cantado por casi todo el cortejo.

La Virgen lució la corona de la Virgen de la Cabeza de Andujar, matriz del resto de filiales.

Tras pasar por el arquillo, en la fachada principal del Ayuntamiento de la Plaza Nueva, fue recibida por la corporación municipal, en este caso por el director de Fiestas Mayores, Juan Miguel Bazaga, y a la Virgen le fue lanzada una enorme petalada. En este punto del recorrido fue donde se despidieron las representaciones sevillanas.

Por causas ajenas a la hermandad, el recorrido fue variado del que inicialmente, suprimiéndose el paso por San Martín para hacerlo por Monte-Sión.

En la parroquia de San Andrés, la Virgen de Araceli sobre su paso procesional, apareció en el dintel de la puerta de la calle Daoiz, fusionándose las devociones de Lucena y de Andujar.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.