Provincia. Renacimiento musical en el 300 aniversario de la Virgen de los Dolores en La Puebla

Arte Sacro. Hoy viernes 7 de abril las calles de La Puebla de Cazalla serán el escenario que acoja el Traslado de regreso de la Santísima Virgen de los Dolores desde el Templo Parroquial al Convento de la Candelaria, en el que los niños de la Escolanía María Auxiliadora de Sevilla y el conjunto Ministriles Hispalensis interpretarán una selección de obras -Responsorios y otros motetes- para la Semana Santa de los más ilustres compositores del llamado Siglo de Oro español Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero y Tomás Luis de Victoria. 

El traslado se enmarca dentro de los actos conmemorativos del 300 aniversario de la Virgen de los Dolores, obra del escultor José de Montes de Oca y León, datada del año 1717. Previo al traslado, a las 19:30 se celebra en el Templo Parroquial la Solemne Función Principal en Honor a la Santísima Virgen de los Dolores con los cantos de los niños de la Escolanía acompañados por la música de los Ministriles.
Los Ministriles son conjuntos de instrumentos de viento constituidos principalmente por chirimías, cornetas, sacabuches y bajones. Tocaban en los oficios litúrgicos, precedían y daban brillo a las procesiones, anunciaban las fiestas, e incluso marcaban el comienzo de las ventas en los mercados. La música polifónica vocal e instrumental se tocaba y se cantaba a la vez debido a la versatilidad de los ministriles, que les permitía doblar y adornar con delicadeza las voces de los cantantes y también competir con el ruido de las plazas.

El sevillano Cristóbal de Morales (1500-1553) fue el más ilustre compositor de su época y primera figura del arte religioso polifónico andaluz, de la escuela sevillana. Francisco Guerrero (1528-1599) fue el mayor maestro de la polifonía sacra de la escuela andaluza, que se inició como niño cantor en la catedral de Sevilla y posteriormente fue nombrado maestro de Capilla de la Catedral. El genial maestro abulense Tomás Luis de Victoria (1548-1611) nació en Ávila muy pronto se convertiría en niño cantor de la catedral de Ávila. Tras una larga estancia en Roma trabajando al lado de Palestrina, regresaría a Madrid y ejercería como maestro del Convento de las Descalzas de Madrid desde 1587 hasta 1611, fecha de su muerte.