José Ignacio del Rey, pregonero de la Semana Santa 2018 “Debe ser un Pregón de vivencias, con un mensaje de esperanza y alegría para los cristianos”

Daniel García Acevedo. Como va siendo habitual en los últimos años, el Consejo de Cofradías cita a los medios de comunicación en su sede de la calle San Gregorio, momentos después de anunciar las designaciones de pregonero y cartelista para la Semana Santa de 2018.

Así, ayer sábado estuvieron presentes tanto José Ignacio del Rey Tirado, como pregonero y Pepillo Gutiérrez Aragón, como cartelista de la venidera Semana Santa.

Los dos llegaron con el nerviosismo y la preocupación del momento. Del Rey Tirado llegó acompañado de varios compañeros de la junta de gobierno de la hermandad de los Estudiantes, donde se encontraba cuando lo llamaron desde el Consejo para darle la noticia, en la misa de inauguración del curso.

José Ignacio reconoció que estaba aún muy impresionado y agradecido a la junta superior del Consejo de Cofradías, por el exceso de confianza que han tenido al nombrarlo el encargado de anunciar la Semana Santa.

Cuestionado sobre el concepto de pregón que tiene, comentó que no lo tiene definido. Que no es poeta ni es sacerdote, pero que piensa que el pregón debe ser un cúmulo de vivencias, con un mensaje de esperanza y de alegría para los cristianos y que salgan del Maestranza con ganas de ver besamanos.

Sobre si ha pensado en hacer algún guiño musical, como sus últimos antecesores en el atril, indicó que no se lo ha planteado.

Será el tercer del Rey que proclame las grandezas de nuestra Semana Santa, tras su hermano Eduardo en el año 1999 y su tío José María en el año 1952, por lo que José Ignacio indica que “no va descalzo” en lo que ha historial familiar se refiere.

Por último, confesó que ya había recibido la llamada del arzobispo Asenjo, que le ha dado la bendición y lo ha alentado. El pregonero le ha pedido que rece por él.

Por su lado, el cartelista Pepillo Gutiérrez Aragón, confesó encontrarse en shock. Para esta ocasión, comenta que no va a perder su personalidad y que el cartel será en su línea de primeros planos, en lápiz de grafito y carbón y papeles satinados, donde destaca el hiperrealismo.