!Como hemos crecido en casi cincuenta años!. Mariano López Montes

De niño nunca me gustaron demasiado las Matemáticas y como no, sus odiosos números, pero cuando uno cumple años a nadie se nos perdona coleccionarlos en forma de años, valoras y tienes en cuenta lo que has vivido, y estos extraños símbolos cobran cada vez más importancia y aprendemos a valorarlos en su justa medida.

Quiero ofrecer esta vez a los lectores de Arte Sacro un análisis de tipo cuantitativo del numero de hermanos y nazarenos desde aquella lejana Semana Santa de 1970 y los datos estadísticos aportados de la anterior, de 2017 y podremos comprobar cómo en estos 46 años transcurridos existe un crecimiento de afiliación y participación, a veces desmesurado, pero nunca negativo según mi opinión personal, que algunos me debatirán esgrimiendo el a veces tópico y reduccionista análisis de la cantidad y la calidad. Enfatizo que este crecimiento muy significativo es sinónimo de la penetración que hoy día tienen las hermandades y cofradías en la población sevillana y algunos que otros foráneos, que se identifican, sienten y por qué no, aman estas entidades, aunque no hubieran recibido su testigo  por la tradición y la herencia que siempre se magnifica y que a veces es motivo de disputas y desigualdades.

Este crecimiento y participación en nuestras hermandades y cofradías, creo que siempre lleva implícita su vitalidad. Desde el análisis de los datos aportados por El Programa del Correo de Andalucia de 1971 y teniendo como referencia la estadística aportadas en el año pasado de 2017, intentaremos analizar las Jornadas del Domingo de Ramos y La Madrugada en esta evolución de casi cincuenta años.

Es significativo el crecimiento de Hermandades como la Paz que de 1230 hermanos de entonces ha pasado a  en la actualidad a 4800, y de 400 nazarenos a 2050. Otro hecho significativo se da en la Hermandad de La Estrella que de 2700 ha pasado a los 6500 y de 820 nazarenos a los 2000 actuales. La Hermandad de La Hiniesta ha sufrido un crecimiento muy parecido como se aprecia en la tabla. Otro hecho muy significativo ocurre en la Hermandad de La Amargura a la que pertenezco, que de 1503 hermanos pasa a los 3380 actuales, lo que corresponde a un crecimiento de más del 50% de su nómina de hermanos, y de aquellos 482 nazarenos de principios de los setenta a los 1100 actuales, porcentaje muy parejo al crecimiento.

Un punto para tener en cuenta y reflexionar es lo que acontece en nuestra Madrugada con un crecimiento muy marcado en todas las cofradías de la jornada. El Silencio pasa de 631 hermanos a los 3500 actuales, y de aquellos escuetos 255 nazarenos a los 1200 que en la actualidad conforman la cofradía. El Gran Poder pasa de sus 5700 hermanos de aquellos años a los 11.588 hermanos que forman su hermandad, según la hoja informativa Nº 89 /Febrero de 2018, y de aquellos 1100 nazarenos a los aproximadamente 2500 que actualmente acompañan al Señor de Sevilla.

Caso insólito, en lo que respecta al crecimiento, es lo que sucede en la Hermandad de La Macarena que de 1500 hermanos pasa a mas de los 14.000 actuales y de aquellos 940 nazarenos que acompañaban al Señor de la Sentencia y su Virgen Macarena han pasado a los 3500 actuales. Un crecimiento  importante aunque en menor cuantía también, sucede en la hermandad del Calvario. Otro  caso muy significativo, muy parejo al crecimiento macareno, sucede en La Hermandad de La Esperanza de Triana.

Triplicando actualmente el numero de hermanos de los años setenta de 4600 a los más de 12000 actuales y de aquellos 720 nazarenos a los 2500 actuales.

El mismo fenómeno ocurre en la Hermandad de Los Gitanos que de aquellos 1550 de antaño ha pasado a los 6800 que forman la nomina actualmente, y de aquellos 580 nazarenos a los 1800 que salen actualmente.

Invitamos a los lectores a que intenten descubrir por ellos mismos una serie de datos interesantes como los horarios, los itinerarios, el tiempo, distancia, tiempo de la estación de penitencia, tiempo de paso, incluso un dato poco difundido en aquellos años, como era el numero de costaleros que calzaba cada paso.