Liturgia. La Celebración Eucarística: Sus partes (I). Jesús Luengo Mena

Vamos, en una serie de artículos, a analizar las partes de la misa. Habría que empezar diciendo que la misa ha recibido diversos nombres a lo largo de la historia: Eucaristía, Banquete del Señor, Fracción del pan, Asamblea eucarística, Comunión, Memorial, Santo Sacrificio  y algunos más, pero el que hoy usamos y está más generalizado es el de Santa Misa o Misa llanamente.

La palabra «misa» proviene de la frase con que, en latín terminaba la celebración: Ite, missa est. Misa hoy día significa misión, al término de la celebración se nos envía a seguir, en la vida cotidiana, poniendo en práctica las enseñanzas recibidas. El Catecismo, en su número 1332,  explica que se llama Santa Misa porque la liturgia en la que se realiza el misterio de salvación se termina con el envío de los fieles ("missio") a fin de que cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana.

La Eucaristía es la fuente y el culmen de la vida cristiana. Todos los sacramentos están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan, tal como afirma el Catecismo (1324).

En la actualidad, la celebración eucarística tiene, como asamblea y reunión que es, un esquema similar al de una reunión que preside un anfitrión: Se recibe a los que llegan, se habla y escucha, se come en común y se despide al terminar. Así hizo Jesús en la Última Cena ya que reunió a los Apóstoles –ritos iniciales–, les habló –Liturgia de la Palabra–, pronunció la bendición, les dio de comer y beber –Liturgia eucarística– y salieron hacia el monte de los Olivos –Ritos conclusivos–

En una próxima entrega veremos los ritos iniciales, con los que comienza la misa.

Foto: Antonio Rendón.