Sábado de Pastora. Antonio Sánchez Carrasco

Ayer debía de haber salido la Pastora de San Antonio. Debería de haber seguido el ciclo de glorias que tanto gusta en esta ciudad. Aquella Virgen que vino a la devoción en Sevilla en la Iglesia de San Lorenzo en el primer tercio del siglo XVIII.

Fue la segunda imagen que con dicha advocación se creó en Sevilla. Y fue la Revolución Gloriosa quien se la llevó hasta San Antonio de Padua.

Ayer sábado también habría vuelto la Virgen del Rocío hasta su Santuario, habría abandonado su pueblo de Almonte en esa costumbre que se adquirió a mediados del Siglo XX de tener sus traslados cada siete años. De no haberlo reglado así, y seguir con las costumbres de siglos atrás la Virgen estaría en Almonte de todas formas porque el pueblo siempre entendió que no hay mejor protección y amparo que la de su Patrona establecida diariamente en la iglesia de la Ascención, aunque no la pudieran ver, el saber que hay estaba debía de darles seguridad durante el confinamiento.

Ayer hubiera sido un día desde Almonte hasta San Antonio. Un día de Pastoras que la Covid nos ha hurtado como tantas cosas.

Rezaremos por los que la enfermedad se ha llevado y ya volveremos hasta Almonte cuando volvamos a la normalidad, para darle gracias a la Virgen por seguir en este valle de lágrimas.

Hasta San Antonio trataremos de llegarnos esta semana.

Fotos: Antonio Sánchez Carrasco.