La Santa sevillana Santa Ángela de la Cruz, última obra del escultor Antonio Luis Troya

Arte Sacro. La última obra del escultor Antonio Luis Troya Román representa a la Santa sevillana Santa Ángela de la Cruz.

Se trata de una imagen de tamaño natural para vestir, tallada en madera de cedro y policromada al óleo, con destino la parroquia Santa María Magdalena de Dos Hermanas, donde recibirá culto público.

La celebración y bendición estuvo presidida por Santiago Gómez Sierra, obispo de nuestra Archidiócesis, el pasado domingo 21 de junio.

La imagen sigue la iconografía realista habitual, al ser una santa contemporánea se dispone de documentación gráfica o pictórica la cual deja retratar sus facciones con gran realismo pero no dejando de lado la idealización de la escultura sacra que hace que el autor la dote de unción divina. Se muestra vestida con el severo hábito de su orden que ella mismo fundó en el año 1875, llevándose la mano derecha al pecho y con la izquierda sujetando el crucifijo del rosario.

Inclina ligeramente su rostro buscando la mirada del devoto, algo que al autor siempre le gusta reflejar, la conexión de la imagen con los fieles a través de una mirada penetrante. El rostro se muestra en su ancianidad, con una sonrisa tenue pero dulce, con una expresión afable y bondadosa, se han colocado a la imagen unos expresivos ojos de vidrio y pestañas de pelo natural las superiores para acentuar el naturalismo y sutilmente policromadas las inferiores.

Respecto a la policromía, ha utilizado una paleta muy amplia de color desde la capa base, ya que buscaba mostrar una encarnadura muy humana pero sin caer en el hiperrealismo.

Como escultor sevillano y Nazareno, ha sido un gran privilegio haber tenido la oportunidad de representar a la santa Sevillana, y mucho mas aún realizarla para su ciudad donde compartirá templo con la protectora del pueblo, la Virgen de Valme.

El periodo de ejecución de la imagen ha sido extenso, la imagen ha estado varios meses en el estudio y ha tenido el tiempo necesario para su realización, lo cual le ha permitido disfrutar pausadamente de cada trazo en el modelado, de la talla del rostro y de cada pincelada en su encarnadura.

Al autor le gustaría agradecer al párroco de la de Sta. María Magdalena, Manuel Sánchez de Heredia la confianza demostrada. También agradece al grupo de mujeres de la citada parroquia que han colaborado en la confección del hábito de la imagen. Y por último a los profesionales que han colaborado en este proyecto, el taller de Francisco Verdugo, los carpinteros José Manuel Vázquez Melo y José Román y el estudio fotográfico de Jorge Cabrera.