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Jueves pastoreños. Curiosidades. “La Bética”: una imagen del Corazón de María, historia de un sentimiento (y II). Francisco Javier Segura Márquez


Por aquellos años, Sevilla se contagiaba lentamente de una afición deportiva novedosa: el “football” que habían traído, desde el Reino Unido, muchos empresarios, vinculados en sus inicios a la extracción y explotación minera en la provincia de Huelva. El Recreativo, de la capital onubense, fue fundado en 1889. Años más tarde, entre 1898 y 1906 surgieron los equipos que hoy conocemos como Athletic de Bilbao, FC Barcelona, RDC Espanyol, Real Madrid, Atlético de Madrid, Sporting de Gijón o Deportivo de la Coruña. En la propia ciudad, ya existía desde 1890 el Sevilla Football Club y en muchos recintos deportivos se acogían partidos que iban fomentando la afición en la capital. La propia Academia Politécnica Sevilla propició, para disfrute de sus estudiantes, algunos de ellos internos y de procedencia foránea, la creación de un equipo de fútbol, que habría de conocerse posteriormente como Real Betis Balompié.

La fundación de este equipo tuvo lugar el día 12 de septiembre de 1907, fiesta del Dulce Nombre de María, lo que demuestra que la devoción mariana acompañó desde sus primeros compases de historia a este grupo de deportistas. El día 16 de julio de 1936, fiesta de Nuestra Señora del Carmen y antevíspera del estallido de la Guerra Civil Española, quedaba formalizada la cesión que desde 1930 le había hecho el ayuntamiento sobre el estadio construido para la Exposición Iberoamericana en el barrio de Heliópolis. Allí se encontrarían de nuevo con el Inmaculado Corazón de María, establecido como devoción por los claretianos que regentaban la parroquia del barrio residencial. “La Bética”, la imagencita ante la que se reunieron por primera vez, se hacía de nuevo presente en la titular del templo, a la que siguen haciendo su ofrenda de flores cada año, con una doble gratitud: la protección que les brinda como patrona de los terrenos donde se levanta el Benito Villamarín y la que, desde los primeros años de su historia, desde la calle Cervantes, 15, les ofreció representada en “La Bética”, uno de los tesoros de la historia de Sevilla que conserva nuestra hermandad, tan unida por la devoción de la Divina Pastora al mundo del deporte, sobre el cual ejerce un patronazgo oficioso o popular, que no ha sido reconocido canónicamente por la autoridad eclesiástica pero que forma parte del tesoro del culto universal a María Santísima, Pastora de nuestras Almas.










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