Bendecida la restauración del altar de la Inmaculada de la Iglesia del Santo Ángel

Arte Sacro. Después de tres meses de intensa restauración en el Santo Ángel llevada a cabo por los restauradores Antonio Díaz Arnido y Manuel Antonio Ruiz-Berdejo, ayer sábado día 4 de septiembre, al inicio de la misa de las 12 horas se presentó y bendijo el hermoso resultado que ha deparado uno de los retablos neoclásicos del siglo XIX más espectaculares de la ciudad. Es compañero y de la misma mano del retablo mayor, que se ha vinculado con Balbino Marrón y Gabriel de Astorga.

El retablo, de hacia 1860, alberga la portentosa Inmaculada de Duque Cornejo, se encontraba totalmente repintado en tonos tierras oscuros. La restauración ha permitido descubrir un conjunto bellísimo de marmorizados en tonos grises, azules, jaspes y tierras de gran belleza muy bien conservados. Todos los elementos dorados se han limpiado, dando como resultado un oro de gran calidad.

Dos angelitos de Petroni: se pueden atribuir a la gubia de Juan Bautista Petroni los dos ángeles que sentados en la cornisa embellecen el ático. Conservan su policromía original y son obras de gran calidad, sus paños de pureza son celestes, alusivos a la Inmaculada.

Nuevas obras de arte: se ha incorporado en el ático una pintura de principios del siglo XVII, de escuela italiana, que representa la Sagrada Familia con San Juanito, copia de Rafael, donada por una familia de la feligresía. De este modo, el resplandor se ha colocado rematando el retablo, como es habitual. Igualmente, sobre los pedestales laterales se han dispuesto dos tallas, una de San Juan Bautista Niño, del siglo XIX, que recuerda el estilo de Astorga, donada recientemente al convento, y el Niño Jesús Salvador, talla de escuela montañesina, perteneciente a la rica colección del Convento.

Dos lámparas isabelinas: extraordinarias arañas donadas al convento por una familia se han restaurado por Rafael Pérez Becerra, de Marchena, se han colocado una delante del retablo de la Inmaculada y otra en el de San José. Se trata de una magnífica labor de restauración de estas singulares piezas decimonónicas.