La Piedad y los Dolores de la Virgen en Sevilla. Segunda parte: Primeros ejemplos de la iconografía de la Piedad en Sevilla. Reyes Pro Jiménez
Desde tiempos medievales Sevilla tuvo gran contacto comercial y cultural con los territorios germánicos y flamencos, por lo que importó imágenes piadosas y atrajo a artistas de origen septentrional, que traerían nuevos temas artísticos entre ellos el tema iconográfico de la Piedad que nos ocupa. Las obras más antiguas serian importadas pero pronto los artistas afincados en Sevilla reproducirán el modelo, que tempranamente es asimilado por los discípulos de estos artistas extranjeros y por los talleres autóctonos, dándose distintos ejemplos de la Piedad en Sevilla, casi todos presentando los rasgos estilísticos amables propios de las “Schonen Vesperbilder”.
Los artistas que trabajaron para las grandes obras de la Iglesia (pues durante todo el siglo XV se construía la Catedral gótica) también lo harían para familias nobles y de comerciantes enriquecidos, que les encargarían imágenes de la Piedad para sus devociones, sobre todo con destino a capillas funerarias. La práctica de dedicar a la Piedad estas capillas o al menos situar una imagen de la Piedad en las mismas o en los enterramientos, ha llegado incluso a nuestros días, un ejemplo de esto es el enterramiento de Antonio Castillo Lastrucci en la iglesia de San Julián de Sevilla, presidido por una Piedad, obra que el imaginero había realizado en 1949.
La Piedad, Parroquia de San Julián. Castillo Lastrucci, 1949. Foto: Wikipedia
Podemos ver en Sevilla varias imágenes de la Piedad, datadas en el siglo XV y en el XVI (en este caso presentando características estilísticas propias de momentos anteriores). Repasaremos las más significativas de estos momentos en cuanto a este estilo e iconografía.
Uno de los ejemplos más tempranos de la iconografía de la Piedad en Sevilla es un pequeño grupo de no más de 20 cm de altura, situado en la clausura del Convento de Santa María de Jesús. Estaría posiblemente realizado en talleres centroeuropeos dentro de la estética germánica, de dramatismo expresionista. Según Fernando Gabardón de la Banda puede ser la más antigua de las conservadas en nuestra ciudad, pero lamentablemente no es posible establecer nada con certeza pues está muy retocada, sobre todo en su policromía, y al situarse dentro de una vitrina y en clausura no es accesible como para realizar una correcta apreciación para hipótesis de trabajo.
Piedad, Convento de Santa María de Jesús de Sevilla.
De Martínez Alcalde, “Sevilla Mariana”
Debemos también considerar la Virgen de la Alcobilla de la Catedral, una obra al parecer del siglo XV y con seguridad proveniente de Alemania, que estaba situada antiguamente en la capilla privada funeraria de los Pinelo.
Virgen de la Alcobilla, Catedral de Sevilla.
La Piedad de la Basílica de la Trinidad es más tardía y de mayor tamaño que las de Santa María de Jesús y la Catedral, puede datarse en las primeras décadas del siglo XVI, pero presenta casi todos los caracteres estilísticos de momentos anteriores, ejecutados con algo de tosquedad; tiene una cierta analogía con las castellanas, aunque de forma arcaizante, especialmente en los rasgos avejentados de la Virgen.
Piedad de la Basílica de la Trinidad
También presenta rasgos muy arcaizantes la Piedad que recibe culto en la Capilla Sacramental (que fue capilla funeraria de la familia Sotomayor) de la Parroquia de San Bartolomé, pues aunque puede fecharse en una época avanzada, ya incluso de mediados del siglo XVI, conserva rasgos propios de épocas anteriores.
Piedad Capilla Sacramental, San Bartolomé
Existen más ejemplos de la Piedad en Sevilla de los siglos XV y XVI que siguen la iconografía y tipología en mayor o menor grado. Uno de ellos es el pequeño grupo (33 cm de alto), situado en una hornacina en la fachada de la Capilla de la Hermandad Servita, tallado en madera policromada, obra tardía de mediados del siglo XVI, que ha evolucionado en su estética, pues aunque sigue la línea esquemática germánica o centroeuropea ya se aprecia en ella cierto naturalismo.
Virgen de los Dolores, Capilla de la Hermandad Servita. Sevilla
Muy parecida a la anterior es la pequeña Piedad conservada en la capilla de Santa Rita de la Parroquia de San Nicolás de Sevilla, que procede del antiguo convento de San Agustín de esta misma ciudad. Responde a los caracteres conocidos aunque ha sufrido algunas modificaciones.
Piedad, capilla de Santa Rita, Parroquia de San Nicolás de Sevilla
La Piedad en la obra de Pedro Millán y su círculo
La Piedad del Museo de Bellas Artes de Sevilla, procedente del legado González Abreu se ha atribuido al círculo de Pedro Millán, pero sus características morfológicas y estilísticas no parecen basar adecuadamente la atribución y en todo caso la relación con las características morfológicas de Millán es muy lejana, puede ser una obra anterior a la producción de este artista o en todo caso paralela pero de una evidente forma arcaizante y una ejecución muy tosca.
En su composición esta imagen puede recordar en una primera impresión a la Piedad Primitiva de la Hermandad de la Sagrada Mortaja, pero los rasgos estilísticos y morfológicos y sobre todo la ejecución tosca del modelado están muy lejos de ésta y de los que son característicos de las obras de Pedro Millán y su círculo, cuyo grado de cuidado en el modelado es mucho más detallado y preciso. Incluso la ficha del Ministerio de Cultura (Ceres-Europeana) que la data entre 1466 y 1499 la adscribe a escuela hispano- flamenca, no a la sevillana en la que identifica al grupo del Entierro y al Varón de Dolores del mismo Museo de Bellas Artes, firmados por Pedro Millán, que seguidamente veremos.
Piedad del legado González Abreu hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, (inventario CE0060E)
Sí puede considerarse dentro del estilo de Pedro Millán, de su taller o de su inmediata órbita de influencia a comienzos del siglo XVI, la imagen fundacional o Primitiva de la Hermandad de la Sagrada Mortaja, grupo de la Piedad modelado en barro (no ejecutado mediante molde “de apretón”), hoy en la iglesia del antiguo Convento de Ntra. Sra. de la Paz de Sevilla, sede de dicha Hermandad.
Este grupo de la Piedad Primitiva de la Mortaja puede incluirse dentro de la tipología de las Piedades horizontales (al ser representado el cuerpo de Cristo de esta manera horizontal, sobre las rodillas de la Virgen). Estilísticamente es una obra de transición ya que se va alejando de los planteamientos de las anteriores composiciones goticistas aunque conserve aún algunas de sus características. Mantiene la composición y recuerda modelos germánicos de las “Piedades amables” pero ya se nota la presencia de un cierto sentido estilístico cercano al naturalismo de los primeros años del Renacimiento hispalense. En el rostro de la Virgen vemos tristeza y resignación, mientras que en el rostro de Cristo se aprecia la tranquilidad de la muerte y el hermoso cabello que cae en mechones; aún mostrando las huellas de la Pasión en su cuerpo se ha suavizado el expresionismo. El manto de la Virgen presenta un modelado de pliegues muy detallado y bajo el mismo asoman los zapatos que calza la imagen, detalle que vemos en varias obras de Pedro Millán.
La Piedad Primitiva de la Sagrada Mortaja puede datarse en el primer cuarto del siglo XVI, indudablemente pertenece al círculo artístico seguidor de Pedro Millán, pues sigue el estilo de la línea que marcaron Lorenzo Mercadante y Pedro Millán, pero corresponde a un estilo más evolucionado y avanzado respecto al de Pedro Millán y por tanto puede atribuirse a alguno de sus discípulos o colabores directos, puede que corresponda a la labor de su hijo Juan Millán o de su discípulo Juan Pérez.
Después de la restauración efectuada por el Prof. Juan Manuel Miñarro se puede apreciar con facilidad que la Piedad Primitiva de la Hermandad de la Sagrada Mortaja es una imagen sobresaliente por su calidad artística. Además es un hecho casi único que una Hermandad, en este caso la Hermandad de la Sagrada Mortaja, conserve las imágenes que datan de la época de su fundación.
Piedad Primitiva de la Hermandad de la Sagrada Mortaja, antiguo Convento de la Paz de Sevilla. Foto. Archivo de la Hermandad de la Sagrada Mortaja.
Tradicionalmente se ha dicho que la obra de Millán no estaba a la altura de la producción de Lorenzo Mercadante, su predecesor en el arte de la escultura en barro en Sevilla. Pero ello no es exacto, simplemente su estilo, con sus características tipológicas y estilísticas propias, está más evolucionado hacia las formas del Renacimiento. En la producción de Pedro Millán su estilo se nos muestra en todas sus obras no sólo en la Piedad, lo vemos muy palpablemente en las que realizó para la antigua capilla funeraria de la Familia Imperial de la Catedral de Sevilla (hoy de San Laureano). En ellas la iconografía de la Piedad se enriquece con la incorporación de otros personajes de los Evangelios (San Juan Evangelista, María Magdalena, José de Arimatea…), o incluso con los donantes, por lo que aparece el comitente Antonio Imperial (racionero de la Catedral) a los pies del Cristo Varón de Dolores. Estos grupos del Varón de Dolores, el Entierro de Cristo y el Lamento o Llanto, hoy se encuentran en Museo de Bellas Artes de Sevilla (inventario CE0146E y CE0145E) y en el Museo del Hermitage de San Petersburgo respectivamente, siendo originarios de la Catedral de Sevilla. Realizados en barro cocido, la firma de Pedro Millán figura en ellos y pueden fecharse en los años finales del XV o de comienzos del XVI. En el siglo XIX el grupo del Llanto pasó a una iglesia de Aracena antes de ser vendido a un noble ruso en 1888 y el grupo del Entierro llegó a la parroquial de El Garrobo (según Amador de los Rios, Ceán Bermudez y González de León), antes de ingresar en los fondos del Museo de Sevilla en 1970.
Pedro Millán. Grupos del Llanto (M.Hermitage)
Cristo Varón de Dolores
el Entierro
(M.Bellas Artes de Sevilla, inv. CE0145E y CE0146E).ca.1490.
Proceden de la Capilla de San Laureano Catedral de Sevilla.
Una obra de grandes dimensiones y por tanto alejada de los grupos escultóricos y de piedad particular que hemos visto hasta ahora (de pequeño o mediano tamaño) es la Piedad que culmina el retablo mayor de la Catedral de Sevilla. En las esculturas de este retablo trabajó Pedro Millán a comienzos del siglo XVI, siendo sustituido por Jorge y Alejo Fernández Alemán que se responsabilizaron de la obra hasta 1529, año en que concluye la primera fase constructiva de dicho retablo que se remata con una viga en cuyo centro figura una piedad flanqueada por un apostolado, obra de Jorge Fernández.
Viga de la Piedad y el Apostolado, Catedral de Sevilla.
https://www.catedraldesevilla.es/la-catedral/edificio/la-catedral-gotica-retablo-mayor/
Reyes Pro Jiménez
Historiadora y bibliotecaria