Provincia. Nuestra Señora de la Piedad llenó de esperanza y fervor su pueblo de Albaida del Aljarafe

Manuel Pinto Montero. Cuando la noche del 11 de marzo de 2020 el Santísimo Cristo de la Cárcel de Mairena del Alcor entró en la Parroquia de la Asunción no podíamos imaginar que tardaríamos año y medio en volver a contemplar una salida procesional por las calles de nuestra provincia con costaleros bajo los pasos. Larga ha sido la espera que culminó el pasado sábado cuando la campana de la Capilla de Vera Cruz de Albaida del Aljarafe marcaba las siete en punto de la tarde. En esos momentos el llamador volvía a escucharse bajo las trabajaderas.

Nuestra Señora de la Piedad fue la encargada de repartir de nuevo la esperanza entre los numerosos devotos y cofrades que clavaron su mirada en el dintel de la puerta de su capilla. Con una larga y emocionante ovación fue recibida la Santísima Virgen de la Piedad mientras que en el cielo estallaban cohetes y las lágrimas surcaban las mejillas de los presentes. 

A los sones de la Banda del Maestro Tejera Nuestra Señora de la Piedad paseaba las calles de Albaida del Aljarafe llenando el aire con olores a nardos. La talla de la Santísima Virgen de la Piedad, fechada a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII, es portada en paso con respiraderos de plata y alumbrada por cuatro candelabros de guardabrisas en las esquinas, así como por dos ángeles con faroles a cada lado de la imagen.

Para esta procesión la Virgen luce sus atributos de Reina, portando en su mano izquierda al divino Infante. La talla se enmarca en una ráfaga de metal plateado. Luce saya blanca bordada y manto verde bordado.

La Virgen de la Piedad nos hizo recuperar la esperanza a todos los cofrades que anhelábamos acompañar a María en esta tierra que tanta fe le profesa. 

Fotos: Manuel Pinto Montero.