Tratado sobre la ojana. Volumen I. Antonio Sánchez Carrasco

No encuentres la falta, encuentra el remedio. (Henry Ford).

Siempre he pensado que la vida en Sevilla se contabiliza por las veces que vas a la tintorería. También por las veces que eres testigo, sujeto paciente o sujeto activo de la ojana.

Ahora en este instante estará el que te haga la puntualización de que es con hache, porque viene de hoja aunque yo siempre lo escribo sin hache, porque parece que la hache le da como un empaque a una palabra y algo como la ojana debe de ser una palabra sin categoría. Pero ¿qué es la ojana? Dices mientras clavas tu pupila en mi pupila azul (yo ahí clavo hasta el color)..., ojana es aquello de no decir nada diciendo mucho, aquello del abracito y el besito navajero, lo de dar enhorabuena por un culto, talla o vestidura y ponerla de vuelta y media en tu cuenta secreta de alguna red social o en la barra de un bar,  ojana es todo aquello que nos lleva a amar denostando o a denostar amando.

Aquello de visitar exposiciones, o veneraciones sólo para poder criticarlas. Existen otras variantes como la ojaneta de la Barqueta o la ojana de Triana que son como más etílicas,  en ese instante en el que con el brazo por encima se habla de temas profundos y se arregla el mundo en diez minutos , Garrido dixit (y pixit) y luego está Ojana in Excelsis que es aquella que practican ciertos personajes  conocidos por todos por ser ojanisticamente perfectos y llevar a la ojana a círculos importantes de la ciudad, no confundir con la columna de mi querido Juanmi en el Correo de Andalucía. La ojana y la Semana Santa van interrelacionadas y bien usadas te sirven para distinguir aquellas cosas que no te aportan o aquellas personas de las que te puedes fiar menos que un fumeta de pertiguero.

La ojana es esta ciudad hasta límites insospechados, la de los héroes caídos, la de los hijos no reconocidos, la del olvido, la de "siempre se van los mejores"..., ustedes dirán ¿por qué este tipo le ha salido la vena vengador miarma?. Porque llevamos 3 años de incertidumbres en la vida en general y en lo cofrade en particular y ya se vislumbra en cercanía un vía crucis en San Julián.  Ese en el que aún te queda algún caramelo de la cabalgata en los bolsillos del chaquetón.  Déjense de ojana y de vivir de mentira y con las precauciones pal Covid, vivan de lleno y que la ojana no les ponga cortapisas y si tienen que decir algo malo edulcórenlo o no lo digan, pero no lo digan a escondidas que da mal ambiente. Como diría mi querido Rechi, esto se acaba, así que a dejarse de historias que la Cuaresma está llamando a la puerta, y no es ojana.

P.d. Lo de volumen I hace pensar que haya previsto más volúmenes...o no. Ya se verá,  así somos los ojanistas del séptimo abracito, imprevisibles.

#LosLunesalSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.