Provincia. Constantina arropa a su excelsa Patrona, Nuestra Señora del Robledo Coronada

Manuel Pinto Montero. Cuenta la leyenda que en el Siglo XVI, cuando el pueblo de Constantina sufría la epidemia de peste bubónica, la Virgen apareció sobre un roble, en la zona conocida por el Robledal, a un pequeño pastor llamado Melchor. Tiempo después en honor de la Santísima Virgen se levantó su blanca Ermita. Cada 15 de agosto el pueblo de Constantina se da cita al caer la tarde en la Plaza del Llano para acompañar a su excelsa Patrona por las calles de su pueblo. 

Nuestra Señora del Robledo Coronada es obra de Antonio Castillo Lastrucci del año 1937, que vino a sustituir a la talla perdida por los acontecimientos de esos años. Una imagen de tez morena y de una gran belleza, que porta en su mano izquierda al Santísimo Niño. Procesiona sobre paso de madera tallada y dorada y alumbrada por candelabros de guardabrisas en las esquinas. A su paso se podía percibir el olor a nardos de su bello exorno floral.  

La Santísima Virgen lució para esta ocasión saya de tono granate bordada a juego con la túnica del Niño, y manto de terciopelo azul bordado en oro. En su mano derecha porta cetro de oro y a sus pies la media luna. La imagen queda enmarcada en ráfaga dorada. Sobre su pecho portó la Medalla de Oro de su pueblo de Constantina concedida en 1994 y sobre sus sienes la Corona con la que fue coronada por don Carlos Amigo Vallejo el 15 de agosto de 1988. 

El cortejo procesional estuvo compuesto por todas las Hermandades de la localidad que poco a poco abandonaban la Parroquia de la Encarnación para dar paso a una de las grandes devociones de la Sierra Norte sevillana. Los sones de la Banda de Música de Santa Ana de Dos Hermanas acompañaron tras el paso de la Santísima Virgen. 

Nuestra Señora del Robledo Coronada permanecerá en su pueblo hasta finales de septiembre, regresando a su Ermita, donde permanece hasta principios del mes de agosto. Su pueblo de Constantina no deja de visitarla en todo el año, gozando de fervor. 

 Fotos: Manuel Pinto Montero.