JUGAR A LOS PASOS. José Cretario. ABC Sevilla
En esta primavera madura que se ha olvidado ya de su infancia y busca ya, en un mes justo, el camino para coger de nuevo el tren siguen saliendo pasos a la calle. No son las procesiones de gloria, circunscritas a su ámbito específico y concreto, ni las extraordinarias que salpican el almanaque. En el Polígono han podido ver no hace mucho a un Nazareno y en Pino Montano a una Virgen dolorosa. Imágenes de la Pasión cuando la Pasión ha pasado hace más de mes y medio. Estos ejemplos y otros muchos -cada vez más- son casos de procesiones que durante todo el año organizan entidades vecinales, culturales y recreativas que se crean a semejanza de las cofradías y con la intención de ser el germen o la semilla de no se sabe qué.
De la cruz de mayo más o menos costeada que servía como escuela de capillitas y distracción costumbrista para los chavales se ha pasado a procesión organizada por mayores, con una Imagen que el resto del año recibe «culto» en el local de la organizadora. Las llaman en algunos círculos «procesiones ilegales» aunque la legalidad aquí no sea el principal problema.
El problema es que si una procesión sale para dar testimonio y para instruir al fiel que la presencia, este tipo de cortejos lo que provocan es el despiste general de quien se la encuentra. ¿Qué hace un Nazareno en mayo? ¿Qué quiere transmitir una dolorosa en junio? En los tiempos de la oleada relativista cada uno no sólo puede vivir la fe a su manera sino que puede expresarla como le venga en gana. Sin dudar de la intención última de quienes organizan este tipo de cortejos, que me imagino será buena, habría que pedirles un minuto de reflexión. ¿Qué estamos haciendo? ¿Crear un sistema anárquico de cortejos? ¿Institucionalizar la cofradía laica?
Aunque sean consideradas como algo menor, estas cosas no le vienen nada bien a las cofradías en su conjunto. Le vienen muy mal porque el espectador que se encuentra con un paso de estos no sabe ni quién está detrás ni quién está delante.
La única conclusión que sacan es que los católicos en Sevilla sólo saben hacer lo mismo, sacar pasos. Cosa que no es verdad, pero a veces lo parece.
Embajada en Italia
Nuestro Don Giovanni Lanzafame (Juan Hambre de Lanza sería el literal de la traducción) no es sólo embajador de Catania en las cofradías de Sevilla sino que también ocupa la dignidad inversa. Va a asistir el próximo 4 de junio para hablar de su experiencia sevillana al Congreso Nacional de Cofradías que se va a celebrar en Lanciano, ciudad del Adriático italiano donde se venera una reliquia singular proveniente de un supuesto milagro eucarístico: una sagrada forma convertida en carne desde el siglo VIII. Pero a lo que vamos, al congreso, lo curioso es que monseñor no va solo. Le van a acompañar miembros de las hermandades sevillanas con las que mantiene o ha mantenido alguna relación. Esto es Las Aguas, Los Gitanos, la Sacramental del Sagrario y la de la Virgen del Pilar de San Pablo. Es decir en junio, embajada de cofradías en Italia.
El nuevo alcalde
Las elecciones en los Negritos se saldaron más o menos como indicaban los estados de opinión y la percepciones de intuición del voto. Ajustada victoria de Julio Sanz con 170 votos, sólo 6 más que el ex alcalde Francisco Soto. Ambos a priori salían como favoritos. En tercera posición y a distancia se colocó Antonio Lebrero con 73. Tan igualadas estuvieron las dos primeras opciones, que cuando concluyó el recuento ni Julio Sanz sabía que había logrado una victoria que ahora tendrá que administrar adecuadamente porque ya se sabe lo que ocurre cuando a unas elecciones confluyen 3 candidaturas y cuando el activo de votos es tan parejo. Manos a la obra, un objetivo prioritario del nuevo alcalde es ejecutar el mandato del cabildo de Los Negritos para restaurar a la Virgen de los Ángeles, cuyo retraso ni él mismo se ha logrado explicar.
Cosas de fútbol
Santa Genoveva está celebrando con brillantez los actos del cincuentenario que culminará con la procesión de la Virgen de las Mercedes en septiembre y que ahora se anima con la exposición de fotos retrospectivas que hasta el día 31 estará abierta en el Patio de los Naranjos del Salvador. En estos días, en cualquier caso, el hermano mayor José Enrique Orellana ha encajado un gol en propia meta. Ay el fútbol. Su fiscal, Gregorio García Moreno, le ha dimitido porque la corporación no ha puesto pie en pared en las cosas de José María del Nido con la cofradía. En su opinión, se ha debido de salir al paso de esa «promesa» que hizo el presidente sevillista vinculando la UEFA con su futuro como costalero. El dimitido fiscal, sin rodeos, califica el episodio como una carnavalada. Por eso, además de por otras cosas, se ha ido.
Pasos que impresionan
Entre lo mucho y bueno que hemos visto y que podemos repasar ahora ayudados del vídeo doméstico hay bastantes cosas que llaman la atención. Vamos a empezar hoy por dos. Lo primero constatar cómo se ha consolidado la personalidad del primer paso del Beso de Judas. Ayuda mucho la vistosidad del misterio, pero la cuadrilla de Paco Reguera y la Agrupación Musical de la cofradía le han aportado un plus que le confieren al conjunto del paso andando una belleza tremenda. No dudo que el incremento de nazarenos de la corporación haya venido en parte por ahí. Lo segundo que destaco es que el palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso ha ido este año soberbio. No sólo en términos relativos sino absolutos. Aquí, la mano maestra de la familia Villanueva ha conseguido que el palio se olvide de los tumbos del pasado. Continuará...
Telegram