Amor en la Magdalena. Andrés Delgado Jurado

Repiques de campanas en un nuevo amanecer. Días de gozo los que se viven junto a la Reina y Señora del Calvario. Mujer soberana de tez de pureza, luto en el negro de su mirada, por su hijo que muerto en la cruz, da la vida por nosotros.

Dama exhultante de amor fraternal, mi corazón a tí te vengo a ofrendar, vestido de penitencia todo el año, con túnica de Ruán. Esparto ceñido a la cintura y cerca de mi corazón, medalla que pende de cordón rojo, como la sangre derramada entre sus brazos.

Aquí estoy junto a tí, en tu último domingo de Noviembre, para entregar desde lo más profundo del alma, un beso en tus manos nacaradas, como símbolo de amor virginal. Espejo de justicia, y luna eterna de la madrugada. Silente me esperas, para que con el rezo de una oración, mi corazón quede prendado de tu belleza.

Delicada azucena, dolor por la Magdalena, Llena eres de eterna gracia, Presentación madre nuestra.

Foto: Fco. Javier Montiel.