Piedad. Antonio Sánchez Carrasco

Avanzan las horas en una Cuaresma que se escapa entre los dedos y sólo puedo recordar tu mirada emergiendo de las sombras. Tiene el lunes una atmósfera distinta y es que ya hace una semana que pensé en tu cara y con la suerte que me dió tu Hijo para la fotografía dejé sobre mí tarjeta de memoria una serie en las que tú cara se vislumbraba siendo luz entre tanta oscuridad. Al fin y al cabo viniste en resaltar mi fe a recordarme que Jesús vela por nosotros aunque nos sintamos desfallecer en este valle de lágrimas.

Busqué fotografiarte de esta guisa para resaltar la necesidad que tenemos de mirarte los que vestimos la túnica azul mecánico. Este año te coronan, y eso sólo te dará un apellido más entre tus advocaciones, porque más belleza o más devoción imposible.

Entrar en el 13 de Adriano y verte centrada en la capilla con tu Hijo muerto en el regazo y fijarme en aquellas manos que sostienen al mejor de los nacidos. Ya hace una semana que entré a veros, sentirme influenciado por el dolor dulce de tu rostro, por la exclamación de tu belleza que se expresa en mi mente aunque no la verbalice.

Me quedé esta foto una semana para mí sólo. A pocos se la enseñé, no fue a ninguna red social de las que tengo cuenta. Era como tener una estampa para mí sólo. No se expondría al universo de la redes donde en una hora es historia, no quería que la eternidad de la curva de tu rostro pasará en la inmediatez de una red social. Hoy esa foto va en Arte Sacro, habrá a quien le guste y habrá a quien no, pero yo tuve la satisfacción de verte, fotografiarte y dejar ese instante para Ti y para mí, sin importarme lo que opinara @prioste64 o @varalmaestro mismo, de mi foto y de tu cara de lirio dolorido y ausente. De tu belleza, de tu mirar, de la posibilidad de fotografiarte sin captar tu cara entera. A veces la Cuaresma me recuerda un tiempo en el que yo servía de informador y buscaba las noticias diarias para nutrir las páginas de los periódicos, ahora tengo este rinconcito en el medio cofrade por excelencia. Hoy reflexiono una vez en semana y puedo decidir que exponer de las fotos que hago y que guardarme sólo para mí. Es tiempo de reflexionar y de pararse a pensar en lo que queremos en esta vida. Y en tu rostro está el camino. Hermosa como pocas, pues en pocas se muestra el dolor de la juventud de María. En pocas la belleza tiene lágrimas de dolor tan pronunciadas en una cara tan fina. Gracias Madre por estar siempre pendiente de este que se quedó prendado de tu rostro hace mucho y te fotografió como siempre soñó hace de esto una semana.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.