Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo Ordinario
  • martes, 21 de mayo de 2024
  • faltan 327 días para el Domingo de Ramos

Juan Miguel Vega triunfa con un pregón muy natural y directo y pleno de fe y sentimiento


Juan Manuel Labrador. Auténtico, puro, natural y sin estridencias. Así ha sido el Pregón de la Semana Santa de Sevilla de este año 2024. Si al pregonero siempre se le aconseja que sea fiel a sí mismo, Juan Miguel Vega Leal hizo honor a su segundo apellido y se mostró en el atril tal y como él es. Quienes le conocen -conocemos- más de cerca pueden dar fe de ello. El conocido periodista se metió a todo el Teatro de la Maestranza y a quienes le escucharon por los medios de comunicación en el bolsillo de su chaqué y nos llevó a su mano por toda Sevilla, a la que dedicó el arranque de su pieza oratoria. 

"Y al llegar Semana Santa

tu cáliz de miel apuro

que de la gloria del cielo

vibra en la calle un barrunto.

Es tu gracia la finura

y tu secreto, el embrujo.

Eres la exacta medida

tu sol, el oro más puro.

Por leal, noble y mariana

ser sevillano es mi orgullo

y además, eres Invicta

así que sobran tapujos:

Para mí eres lo más grande

y aquí se acaba el asunto.

Que sí, hombre, que habrá otras

por ahí que valgan mucho

Pero como tú, Sevilla,

no hay nada igual en el mundo". 

MAR_0141__1600x1200__1.JPG

Vega no dejaba de recordar que en tan sólo siete días será Domingo de Ramos, y a dicha jornada dedicó el romance del siguiente pasaje de su texto, rematando esta parte, tras citar a sus cofradías, con estos versos: 

"En el reloj da la hora.

En la Giralda ya suena

la campana que lo anuncia

Y todo a su luz despierta

Es el Domingo de Ramos

Un don que Dios nos entrega

guárdalo dentro, paisano.

Que lo sienta tu alma entera.

Es el día más luminoso

y la noche más excelsa.

Cuando Sevilla derrocha

toda su inmensa belleza

cuando la gloria se toca

cuando los ángeles sueñan

cómo sería si el Cielo

pudiera estar en la Tierra".

MAR_0151__1600x1200_.JPG

No tardó el pregonero en recalar a Triana, donde se detuvo ante su Esperanza, devoción de su padre, rezándole a la que es Reina, Madre y Capitana con tres elocuentes décimas: 

"Toda la vida contigo

Señora de la Esperanza.

Fue mi deseo a ultranza

hallar en tu manto abrigo

y ser el mejor amigo

de Tu Hijo el marinero,

enrolarme en tu velero

ser cordero en tu rebaño,

estar hecho de tu paño,

lleno de orgullo trianero. 

Sobre un mar de terciopelo

verde y sal de espuma blanca

de capas que llevan anclas

para fondear en el cielo,

tu navegar es un vuelo

hacia un distinto mañana.

Toma el timón, capitana

de la virtud y la belleza.

Pon rumbo a calle Pureza,

que quiero estar en Triana. 

Tú eres Flor, luz, alegría,

noche, plata, luna, río,

pasión, alma, escalofrío.

La sal de mi Andalucía

que en tu llanto va, mecía

por el sudor costalero.

Yo sí se por qué te quiero.

Que en la pila de Sant’Ana

recibió la fe cristiana

el que la sangre me dio.

¿Tendré que quererte o no

Esperanza de Triana?". 

MAR_0180__1600x1200_.JPG

En el puente se encontró con el Cachorro, y seguidamente fue en busca de la Estrella en este año de los XXV de su coronación canónica. 

"Hay una luz que nos guía

hasta su breve capilla

donde la noche se humilla

ante el rostro de María.

Ella es la luz de este día,

que ha amanecido a deshora

porque es del tiempo Señora

y es un lucero que anuncia

a la hora en que el sol renuncia

la claridad de otra aurora

que asoma por el Poniente.

Mira la Estrella valiente

de la luz emperadora.

La tarde ahora es la mañana.

La senda del vivir se allana

caminando tras su huella

siguiendo siempre a la Estrella

hasta el cielo de Triana". 

MAR_0201__1600x1200_.JPGMAR_0210__1600x1200_.JPG

Y San Bernardo acabó saltando del corazón a los labios de Juan Miguel Vega, recreándose ante sus dos titulares. Primero, Él, el Cristo de la Salud, a quien compuso un elocuente soneto, y luego Ella, la Virgen del Refugio: 

Lleva dos mil nazarenos.

Venidos de todos lados

hasta su barrio hoy desierto

que de vida y fe colmaron.

Son los hijos de sus hijos

de aquellos que se alejaron

que no olvidan a su Virgen

y caminan de su mano

orgullosos de su estirpe;

hábito negro y morado.

De llevar siempre encendido

en la mano un cirio blanco.

A todos ella protege

y cobija en su regazo

es mi Virgen, siempre niña,

aunque pasen muchos años.

El Refugio de María

lo mejor de San Bernardo". 

MAR_0253-2__1600x1200__1.JPG

Recordó el pregonero a su vecina Conchita, que tanto le acercó al mundo cofradiero, y a partir de este punto fue evocando distintas divertidas anécdotas llenas de humor que el público rió y aplaudió con agrado, especialmente con el poema que le dedicó a la Canina, algo que no ocurría desde 1993, cuando el padre Javierre también se recreó con ella en su pregón. 

"Tan modosita y callada

quieta, grave y circunspecta

pareces hasta educada,

un primor, pluscuamperfecta.

Pero tu condición suele

en el fondo ser malvada.

Saco de huesos, te duele

que seas la gran derrotada.

Cuando asomas en tu paso

te retiran la mirada.

Sí, lo sé, no semos nada

y tú llegando al Ocaso

no hay quien evite el repaso

de tu afilada guadaña

la mejor que hay en España

por aguda y astifina.

Tu bajío nos fulmina

mas… te llevamos muy dentro.

Ven y sal a nuestro encuentro

no nos das miedo, Canina". 

Las cofradías de vísperas también tuvieron su sitio en este pregón, y meditó Vega ante la presencia de los ateos en nuestra Semana Santa, respetándola y admirándola desde un prisma cultural, aunque el párrafo más rotundo de este pasaje fue el siguiente: "Pero, no nos engañemos, hay mucha gente que no cree en Dios. Cada vez más, porque es la corriente dominante en el pensamiento actual. A veces parece que declararse creyente sitúa a quien lo hace en una posición de inferioridad intelectual. Y no debería ser así, porque, si uno lo piensa bien, para explicar el misterio de la existencia todo cuanto nos rodea y de nosotros mismos, la opción de Dios concilia mejor con la razón que la de la puñetera casualidad. Pero sí, en los tiempos que corren, para creer en Él, al menos para reconocerlo, hay que tener algo de personalidad. Cofrades de Sevilla: Tened esa personalidad. No lo neguéis, como Pedro. No sois menos que nadie. Decidlo abiertamente. Sin complejos. Sí, creo en Dios. ¿Qué pasa?". 

Y llegó al Gran Poder, al que cantó con unos sentidos párrafos que remató con estos versos similares en sus estrofas a las décimas pero con doce versos, algo muy evocador del estilo de Caro Romero cuando aquél exaltó los eternos 19 años de la Macarena... 

MAR_0226__1600x1200_.JPG"La culpa, el pecado, el llanto,

las penas que el alma siente,

las cruces del penitente,

del corazón, el quebranto.

A todos ampara el manto

de su bendita mirada.

Cuando ya no esperes nada,

cuando te toque perder,

cuando mañana sea ayer

siempre encontrarás su mano.

Gloria al Dios más sevillano

aunque en Belén fue a nacer. 

Eres el brazo que salva,

la mirada compasiva,

la llama de fuego viva

que la noche troca en alba.

Eres un resplandor malva

que el alma enferma ilumina.

Y en el corazón, la espina

no vuelve más a doler.

A todo el que te acude a ver

una luz dentro le brilla.

Qué suerte tiene Sevilla

con tenerte, Gran Poder". 

Juan Miguel Vega fue encontrándose con todas las cofradías por sus calles, y en su largo recorrido, no quiso olvidar el glorioso momento que ocurrirá en septiembre en torno a la Piedad del Baratillo: 

"No hay Piedad más popular

que la de la calle Adriano

la que a Dios lleva en sus manos,

la que debes emular.

No puede disimular

que es apenas una niña.

En torno a ella se apiña

el barrio del Baratillo

que de oro le hizo un anillo

para que fuera su alianza

la Plaza de la Maestranza.

A la que un faraón... dio brillo

el Cielo es estar contigo

y en el Arco del Postigo,

otro anillo en joyero,

quiero ser tu costalero

hacer tu pan con mi trigo.

Yo sé que Sevilla entera

muere por ti, te venera

y a tu gracia le pregona:

Ten de amor esta corona

mi Piedad baratillera". 

MAR_0258__1600x1200__1.JPG

Arribó al Divino Salvador. Necesitaba Vega hablar del Cristo del Amor, del vínculo con sus hijos, de aquella túnica que su hijo Raúl le pidió la misma semana de pasión... "Porque Él es un padre que ama a todos sus hijos por igual, porque también es infinita su capacidad de amar. Ese es nuestro Cristo del Amor; el de la advocación más bella y que mejor define a Dios. El que se entrega; el que ama y perdona; el que comprende y consuela; el de la Hermandad que abraza el Domingo de Ramos llevando la alegría del estreno en el flamear de las rubias palmas y entrega el Socorro de la Virgen María a los corazones encarcelados en la desesperación y la amargura. Su nombre lo explica todo. Amor. Dios es amor. Hoy los dos sabemos -en realidad lo supimos hace ya mucho tiempo- que no fue casual aquel encuentro durante una tarde de lluvia en la que no pudieron salir las cofradías. Todas se quedaron en sus iglesias, menos una que salió para nosotros: la del Cristo del Amor; nuestro Cristo, Isa, del Amor". 

El Señor de la Salud de los Gitanos tuvo, igualmente, su presencia en el pregón de este año: 

"Y te cantarán bajito

y te tocarán las palmas

Señor del cielo y la luna

de la virtud y la templanza.

Dale Salud a los vivos

y paz a los que descansan,

y que tu Madre la Virgen

por el amor coronada

consuele nuestras Angustias

y lleve al corazón calma.

Ay Cristo de los Gitanos,

Señor de la Madrugada.

Tú eres la luz que en Sevilla

ilumina la mañana". 

Reivindicó el papel del hermano costalero en nuestra Semana Santa, y tras ello, al fin, llegó la Macarena al pregón... 

"No hace falta que lo avale

el Concilio de Nicea.

Con que Sevilla lo crea

a mí me sirve y me vale.

Si por la mañana sale

el sol y la luna luego,

es porque en ti arde el fuego

que alimenta las estrellas

Sin culpa, mancha ni mella

que empañen tu corazón,

el pueblo tiene razón

cuando de elogios te llena.

Compararte tié condena

Porque como tú no hay dos

Que eres la Madre de Dios

Mi Esperanza Macarena". 

MAR_0285__1600x1200__1.JPG

Tuvo el pregonero un hermoso guiño a Angelito "el aguaó" y su mítica frase "Cofrades a la calle": "Cofrades, a la calle. A proclamar con orgullo nuestra fe en Cristo y María. Cofrades a la calle. A honrar a nuestros padres, renovando la tradición que ellos nos legaron. Cofrades a la calle. Que se levanta el paso de la primavera y todos tenemos que estar puestos. Cofrades a la calle. Que el tiempo vuela y la Semana Santa llega para irse en un suspiro". 

Y como un suspiro pasará esta semana que nos separa de un nuevo Domingo de Ramos: 

"Quedan aún siete días

pero es sólo una semana

Nada más que siete días...

para colmar de alegría

el corazón sevillano.

Qué cerca está ya, hermano.

Gritarlo quiere la boca.

En el reloj gira loca

la impaciente manecilla.

Ahora ya no lo soñamos

llegó al fin lo que esperamos:

la gloria, la maravilla

del cielo azul de Sevilla

en un Domingo de Ramos". 

Con una cerrada ovación concluyó este pregón de poco más de cien minutos en el que, además, se estrenó Manuel Alés del Pueyo como delegado de Fiestas Mayores y, por ende, presentador del pregonero, quien hizo una pieza sentida de auténtico cofrade, homenajeando en su arranque el inicio del pregón de 2008 de Antonio Burgos, como homenaje a su figura ante su óbito el pasado diciembre.

Galería del acto

MAR_0001__1600x1200_.JPGMAR_0003__1600x1200_.JPGMAR_0011__1600x1200_.JPGMAR_0027__1600x1200_.JPGMAR_0028__1600x1200_.JPGMAR_0036__1600x1200_.JPGMAR_0037__1600x1200_.JPGMAR_0043__1600x1200_.JPGMAR_0045__1600x1200_.JPGMAR_0046__1600x1200_.JPGMAR_0047__1600x1200_.JPGMAR_0048__1600x1200_.JPGMAR_0051__1600x1200_.JPGMAR_0056__1600x1200_.JPGMAR_0062__1600x1200__1.JPGMAR_0067__1600x1200_.JPGMAR_0096__1600x1200_.JPGMAR_0099__1600x1200_.JPGMAR_0129__1600x1200_.JPGMAR_0130__1600x1200_.JPGMAR_0137__1600x1200_.JPGMAR_0216__1600x1200__1.JPGMAR_0253-2__1600x1200_.JPGMAR_0269__1600x1200__1.JPGMAR_0274__1600x1200_.JPGMAR_0276__1600x1200__1.JPGMAR_0278__1600x1200_.JPGMAR_0280__1600x1200_.JPGMAR_0285__1600x1200_.JPGMAR_0286__1600x1200__1.JPGMAR_0294__1600x1200_.JPGMAR_0300__1600x1200_.JPGMAR_0301__1600x1200_.JPGMAR_0304__1600x1200_.JPGMAR_0309__1600x1200_.JPGMAR_0320__1600x1200_.JPG

Fotos: Miguel Ángel Osuna.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.