Elogio de mi Feria. Antonio Sánchez Carrasco

Debía de andar Alfonso X el Sabio dándole vueltas a como relanzar la economía de Sevilla y se le ocurrió dotar a la Ciudad de dos Ferias. Era en 1254 aún quedaban más o menos dos siglos para que naciera la Feria más antigua de Andalucía que es la de Mairena del Alcor, ¿y porque está diatriba histórica?. Porque en Sevilla con el tiempo, los historiadores no se aclaran cuando perdimos aquellas Ferias y cuando la relanzamos, en las fechas que todos sabemos ya 1846, por medio de Bonaplata e Ibarra, vasco y catalán, que aunque quieran convencernos de lo contrario, once años después del inicio registraron una queja en el Ayuntamiento porque el cariz festivo le ganaba al mercantil en la Feria del Prado, con lo que dejaron a las claras que aquello del jolgorio no iba con ellos.

Cuando se recupera la Feria como decía,  se hace siguiendo un modelo que iba funcionando en Mairena del Alcor casi cuatro siglos. Además se pone en fechas que no coincidan con la que sigue siendo la más antigua de Andalucía. Sevilla en estos días se ha visto asaltada en redes sociales por infinidad de cuentas extrañas que siguen siempre a lo mismo y en lo que yo no entraré pues siguen la pauta de que "la verdad no te estropee una buena historia" con lo que ni un segundo en contestar, lo único que diré y repetiré hasta la saciedad es que no somos chauvinistas.

Nicolás Chauvin era un señor que amaba la Francia napoleónica y denostaba todo lo demás. En Sevilla amamos lo nuestro pero no odiamos lo demás, de hecho amamos y hacemos nuestros muchos rincones o devociones que por geografía no nos pertenecen, y que me lo digan a mí que soy devoto del Nazareno de Cádiz y de Jesús con la Cruz al hombro de Valladolid, pero en Semana Santa no me puedo ir de mi Ciudad manque llueva. Lo suyo es que todos estos que escriben por RRSS se paren a contar las bondades de sus lugares de origen y fiestas en vez de pararse a atacarnos por amar tanto Sevilla, pero bueno.

Por cierto cambiando el tercio, sería interesante modificar la web de turismo del Ayuntamiento, Gustavo Bacarisas no pudo ser el inventor del farolillo pues cuando se puso el primero tenía 5 años y aún vivía en Gibraltar y la cena del pescaíto nació en el Prado no en los Remedios, entre otras cosas, que a veces pienso que escribo libros para nada.

En fin sean buenos ya queda menos para Pentecostés. La foto que acompaña a estas letras, lleva música, aquello que empezaba

"soy sevillano, tengo más suerte que nadie..."

¡Ea, condio!

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.