Opinión. La Ciudad donde nunca pasa nada. Francisco Santiago

Ayer, leyendo la entrevista de Juan Miguel Vega a Joaquín Moeckel en el diario “El Mundo” (la pueden leer hoy en Arte Sacro), se me vinieron miles de pensamientos a la cabeza.

A nuestra ciudad, sin lugar a dudas, le hacen falta muchos Moeckels, gente que tiene puntos de vistas tan particulares y propios, que todos quisiéramos poder apoderarnos de ellos. 

Y es que la entrevista no tiene desperdicio y eso que no entró en el mundo de las cofradías, porque hubiera necesitado entonces que le prestaran la edición del periódico cofradiero “El Cabildo” entera, que por cierto saldrá el 15 de diciembre totalmente renovado.

¡¡Qué buena la frase sobre “El Vacie”!! y la Memoria Histórica, otro foro tan caduco como el del Niño de Guevara, porque la realidad de nuestra Sevilla va más allá de la política, de la seguridad ciudadana, del Consejo de Cofradías y, por supuesto, de la Iglesia.

Nos hemos quedado anclados en los libros de historia y en los clásicos para turistas, en la estampa de la Plaza de España con el burrito dando vueltas que, posiblemente, no volvamos a ver jamás. Nos hemos quedado en la fotografía del santo de turno, del monumento que ya no es lo que era o ya no está donde estaba. 

Nos hemos quedado en la Sevilla romántica, la que recordamos con alusivas rimas y leyendas becquerianas, mientras en el parque las ratas se hacen fuertes y en el de Los Príncipes los patos pagan el ídem.

Gracias amigo Joaquín por devolvernos esa realidad diaria, la que se hace perpetua en la frase con que termina tu entrevista: “La Ciudad donde nunca pasa nada”, ni pasará a pesar de nosotros mismos, los sevillanos.

Entrevista relacionada: 11/12/2006-Joaquín Moeckel: "Me hace gracia lo del fajín de la Macarena, para reducto franquista el Vacie". Juan Miguel Vega. El Mundo.