Esquivias recuerda que "Justificarse por la acción social es caer en la trampa". Antonio Navarro Amuedo. Diario de Sevilla
"El fin fundamental de las hermandades es el culto a sus titulares. Nuestro compromiso social parte del que tenemos con el Evangelio". Las palabras de Esquivias evidencian que en el tema de la acción social existen diferentes sensibilidades en el mundo de las hermandades. Jesús Maeztu, comisionado para el Polígono Sur, interviniente también en la tertulia, invitó una vez más a las corporaciones para que colaboren en la regeneración de las Tres Mil Viviendas: "Las hermandades tienen un filón riquísimo en la acción social para revitalizarse. Esta acción debe ser lo más importante para un creyente".
Esquivias defiende que su corporación trabaja individualmente en los proyectos de acción social que realiza a través de la bolsa de caridad. El hermano mayor del Gran Poder objetó que "muchas corporaciones no cuentan con las estructuras de labor asistencial que tienen creadas otras". Además, defendió la autonomía de funcionamiento de la bolsa de caridad de su hermandad. La bolsa y el proyecto de acogida de niños bielorrusos en que colabora la corporación suponen un coste de 160.000 euros, un 18 por ciento del presupuesto general.
José Manuel Albiac, presidente del patronato de la Fundación Casco Antiguo, elogió la coordinación alcanzada por las 24 hermandades de Sevilla -incluida la del Gran Poder- que trabajan en los diversos proyectos sociales de esta institución, entre los que destaca el economato económico de la calle Peral. Este supermercado vende sus productos un 25 por ciento más baratos y está destinado a personas necesitadas que acuden al auxilio de las hermandades. Según José Manuel Albiac, el montante total que las hermandades han aportado para el economato alcanza los 120.000 euros.
Maeztu se limitó a destacar que son "muchas" las hermandades que trabajan en el Polígono Sur, sin precisar el número exacto ni la forma en la que colaboran.