Opinión. Los buenos hermanos que tenemos. Cruz de Malta
Buenas, hoy me trae por este gran portal cofradiero una cuestión que aflora cada día más mis vellos de la piel, sinceramente no entiendo la actitud de un grupo numeroso que figura en la nómina de las Hermandades y Cofradías y que tras colocarse dos mil medallas "de plata" (por que de oro son más caras) en el pecho y decir "mi hermandad tal" y "la cual", la dejan en evidencia por el pito de un sereno.
Es normal que en este país de democracia haya diferencias de opiniones y de conceptos a la hora de regir, gobernar o llevar una corporación y eso es de respetar, que el herman@ que no este de acuerdo lo haga público a los miembros de la Junta de Gobierno de forma amistosa y explicando los motivos o causas del mismo también es normal, ahora que el herman@ (ese que tanto quiere a su hermandad), vaya dejando muestras de desprecio y critique en los foros cofrades la actitud de su Hermandad, dejándola en evidencia ante otros cofrades, me parece una falta de respeto considerable.
No confundamos, la Hermandad, o mejor dicho el grupo llamado "Hermandad" no es sólo un Hermano Mayor o un Secretario, por decir algún cargo, el grupo llamado "Hermandad", son los diez mil, tres mil, seiscientos o mil hermanos que durante todo el año hacen efectivas sus cuotas y disfrutan en la mayor o menor medida de su Hermandad (otro punto a tratar es la asistencia a su Hermandad, y que no voy a abordar en este tema) y sobretodo los Sagrados Titulares pues estos son los principales motivos para que exista una Hermandad.
Por ello, me quejo y expreso sinceramente esta opinión, en la que estos personajes de la Semana Santa de Sevilla, y sobretodo de las Hermandades y Cofradías, dejen el "run run" o el "corre ve y dile" a las personas cual corrillo de niños de escuela, pues el papel que toman de intentar saber más que nadie implica dejar en evidencia a sus corporaciones, a esas que luego quieren tanto y ponen en un pedestal, pasando de la traición (de Judas) al Inmaculado (Corazón) espíritu de su Hermandad.
El daño ocasionado puede ser luego motivo de ciertas sorpresas en su seno que incluso pueden llegar a ser motivo de expediente o incluso de su exclusión.
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