Provincia. Hoy romería y procesión de tercia de la Virgen de Setefilla (Lora del Río)

José Angel Espinosa de los Monteros. "Tras días de Novena en honor a Nuestra Señora de Setefilla con sus ilusionados y radiantes nuevos Hermanos, el día 8 de septiembre, cientos de loreños (medalla en pecho) emprenden su camino desde Lora hasta la ermita de Nuestra Madre Setefilla.

Una vez recorrido el glorioso camino, habiendo pasado por rincones llenos de tradición y encanto, llega el momento de subir la típica escalerita en la que los loreños la suben cumpliendo así sus promesas y superando el último obstáculo para poder ver a la Serranita Hermosa.  

Allí, en la ermita, subida en sus andas está sonriente con el Niño entre sus delicadas manos, que luce juguetón sus preciosos zapatos de oro fino, tímido al ver a tantos fieles que le rodean.  

Setefilla, con una dulce sonrisa recibe a sus hijos que llegan a visitarla, vestida con un maravilloso manto bordado por los ángeles, e impaciente espera a que sea la hora en la que pueda salir fuera de la ermita, y poder así fijar la mirada en su pueblo, al que muy pronto visitará nuevamente. A veces se acuerda la Virgen de aquellos Hijos que no han podido ir a verla...  

Y llegan las 11 de la mañana, el momento en el que todos sus fieles arrodillados con lágrimas en los ojos ante Setefilla, es subida a los cielos. Pasa la puerta de su ermita, es invadida por numerosos aplausos y emocionantes vivas, baja su abrupto camino hasta rodear la Cruz y bendecir a su pueblo de Lora del Río, y rodea su ermita a  hombros con los corazones de sus Hijos e Hijas que, muy a su pesar, han de volver a meter a su Madre en la ermita.

Cientos de objetivos harán que estas preciosas imágenes queden para siempre en el recuerdo.   Posteriormente, llega otro de los momentos más esperados: el Besamanos. Nuestra Virgen es expuesta en solemne Besamanos.

Somos afortunados al poder vivir ese instante tan especial en el que podemos tener la oportunidad de embelesarnos mirando el radiante rostro de Nuestra Virgen a apenas unos centímetros, y besar esas finas manos que sostienen al ya cansado Niño después de toda una mañana de increíbles momentos; aún así sigue luciendo esa angelical sonrisa al sentirse feliz por estar juntos a sus loreños y en brazos de su Santísima Madre.

Ojalá en esta romería todos los loreños puedan visitar a Nuestra Señora de Setefilla, rezar por aquellos que no puedan asistir y pasar un inolvidable día de Romería"

¡QUE VIVA LA MADRE DE TODOS LOS LOREÑOS!  

¡QUE VIVA SIEMPRE EL ORGULLO DE LOS LOREÑOS!                         

¡QUE VIVA SIEMPRE NUESTRA SEÑORA DE SETEFILLA!

Fotos: José Angel Espinosa de los Monteros