Provincia. Una mirada a la provincia. La hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Cantillana
Arte Sacro. La hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno realiza Estación de Penitencia en la madrugada del Viernes Santo; la imagen de Jesús Nazareno goza de una enorme devoción en toda Cantillana, la hermandad fue fundada a comienzos del siglo XVII siguiendo el modelo de la hermandad del Silencio de Sevilla de la cual es filial y seguramente tendría unas reglas similares como en otros casos. Los primeros datos que tenemos de ella datan de 1674. Durante el siglo XVIII fue una de las más notables hermandades de la Villa atesorando un importante patrimonio del cual algunas piezas han llegado hasta nuestros días.
En el siglo XIX entró la hermandad en un periodo de crisis que le llevo a su desaparición en la segunda mitad de esta centuria, no por ello languideció la devoción a Nuestro Padre y así hubo de realizarse una ventana en su capilla para que los fieles pudieran venerarlo cuando el templo estuviera cerrado y según cuentan, era tal la devoción, que nunca estaba solo. Aunque la hermandad desapareció la imagen del Nazareno nunca dejó de recibir culto y realizar su Estación de Penitencia, si bien dejo de hacerlo con hermanos Nazarenos, forma conservada hasta la actualidad.
Fue una arraigada familia Cantillanera, los Sarmientos, los que se ocuparon de mantener el culto al Señor y custodiar todos sus enseres, mientras que los pescadores del pueblo eran los encargados de portar sobre sus hombros a la Divina imagen que siempre fue considerada Señor de dicho gremio, todavía algunos de sus hermanos costaleros son descendientes de aquellos pescadores del Guadalquivir. En los trágicos sucesos de la guerra civil la devota imagen fue salvada.
En los años setenta un grupo de fieles, devotos de Nuestro Padre Jesús con D. Antonio Sarmiento al frente reorganizan la hermandad y redactan unas reglas que han sido aprobadas en el 2003, igualmente realizan el actual paso del Señor llevado por hermanos Costaleros y no en maniguetas como siempre fue tradicional en Cantillana, en 1980 también es acompañado por primera vez con banda de música, anteriormente lo hacía en riguroso Silencio.
En 1998, el ayuntamiento de Cantillana concedió a la venerada imagen la Medalla de Oro de la Villa como reconocimiento a la arraigada y ancestral devoción que desde hace mas de tres siglos despierta entre los vecinos de este pueblo.
La imagen de Nuestro Padre Jesús es una portentosa talla de autor desconocido, atribuyéndose a Pedro Roldan o a algún discípulo, es de tamaño natural y posee un estupendo estudio anatómico. Posee una valiosísima cruz de carey y plata realizada por Diego Calvete en 1711, otra de las piezas mas notables del patrimonio de la hermandad es la túnica de salida, bordada en oro en estilo rocalla y de la segunda mitad del siglo XVIII, fecha de la cual datan también los frescos que decoran la bóveda de su capilla en la Ermita de San Bartolomé, de 1698 es la campana de plata que el muñidor tocaba anunciando la llegada de la procesión.
El paso del Señor fue realizado en 1980 por Antonio Díaz es de estilo barroco en madera dorada y sobre la canastilla se ubican cuatro arcángeles pasionarios del siglo XVIII, otra de las joyas de la hermandad.
La singular madrugada del Viernes Santo es la noche en la cual el Señor de Cantillana recorre sus calles acompañado de todos sus devotos sin cortejo de nazarenos, muchas mujeres alumbran con sus velas al Señor en señal de promesa y hasta hace unos años le acompañaba la Virgen del Consuelo, titular de otra hermandad, y con la cual se realizaba el encuentro en la calle de San Bartolomé. Uno de los momentos mas importantes de la procesión es la llegada al Palacio, en el amanecer del Viernes Santo, momento en el cual con las primeras luces del día el Señor bendice los campos de la vega de Cantillana y antaño también las aguas del Guadalquivir.
El momento culminante de la Estación de Penitencia es la entrada en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción donde tiene lugar el "sermón de Jesús", documentado ya en 1698 y que la hermandad ha sabido conservar como una de las tradiciones mas características de la Semana Santa de Cantillana, la entrada en la Iglesia de San Bartolomé es sobre las doce de la mañana, y allí, durante todo el año, especialmente los Viernes, los Cantillaneros acudirán en busca del refugio de su Padre y Señor.
Fotos: Francisco Guerrero Gallardo
Telegram