Última hora. Valme de Bellavista, ¿imágenes para la Historia?

Francisco Santiago. Por segundo año consecutivo la Hermandad Penitencial de Valme, del barrio de Bellavista no pondrá a su Titular, el Santísimo Cristo de la Misericordia, en las calles de la feligresía del Dulce Nombre, el Sábado de Pasión.

La suspensión “de facto” (no jurídica) que sufre la Corporación hacen pensar a multitud de cofrades, entre los cuales me encuentro, que nada va a ser igual en este barrio que, curiosamente, en tiempos se le podía llamar “nazareno”, al pertenecer a la vecina población de Dos Hermanas y que esta imagen de nazarenos de antifaz rojo, posiblemente hayan pasado a la "memoria histórica".

A todo esto se podría añadir que el párroco de Bellavista, Julián Novoa Rivas, ha sido ascendido en el cargo, siendo actualmente coordinador arciprestal de área La Oliva-Bellavista, si no he errado en la suposición de dicho cargo.

Haciendo un resumen corporativo, diremos que la Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de Valme y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Misericordia, María Stma. de la Salud y San Fernando Rey obtuvo el carácter penitencial en el año 2000, aunque sus datos históricos se remontan a 1955. Igualmente tiene carácter sacramental y de gloria.

Casi desde sus orígenes como hermandad penitencial, la Corporación ha estado en boca de los medios de comunicación debido a diversos encontronazos de sus juntas de gobierno con el párroco, por lo cual llego a tener una Gestora, hasta que en el 2007 se pasó a una situación de “grave crisis” que llega hasta la actualidad que les comento.

Esta situación también hizo que en el mes de septiembre del pasado año, tampoco realizara su procesión la Titular de Gloria, Nuestra Señora de Valme, réplica de la Patrona de Dos Hermanas.

El nuevo diccionario Jurídico-cofradiero

“De facto” es una expresión latina que significa de hecho, en oposición a “de iure”, que significa de Derecho. Habitualmente la situación “de iure” es aquella que está reconocida formalmente. En este caso, más que de Derecho, la expresión adquiere un significado de formal. Por ello se estima que una situación “de facto” es aquella que no ha sido reconocida formalmente, ya sea por el Derecho o por los organismos correspondientes.