Comentario a una noticia de Arte Sacro sobre dimisiones en el Dulce Nombre, por Manuel L. Paz León, Hermano Mayor del Dulce Nombre

La noticia de dimisiones importantes en el Dulce Nombre aparecida en Arte Sacro me obligan a transmitir una reflexión que clarifique a los hermanos que leen dichas páginas y a los cofrades y público en general, el alcance de dicha noticia.

En primer lugar quiero dejar constancia de que los contenidos de los Cabildos de Oficiales, como todo el mundo sabe, tienen el carácter de privacidad que prohíbe expresamente a los Oficiales participantes el comentarlos a terceros. Por ello tengo que lamentar la deslealtad de una filtración que nos ha colocado en el punto de mira crítico del mundo cofrade.

A esto tengo que añadir la indignación por la persona o personas que han difundido maliciosamente a Arte Sacro una información falseada, así como el desagrado por la publicación de una noticia, no contrastada adecuadamente, que ya ha tenido una repercusión negativa, no solo por su difusión, sino por el efecto que comentaré.

La primera noticia aparecida refería la dimisión del Tte. Hermano Mayor, del Fiscal 2º y del Prioste. Posteriormente, cuando el Prioste comunicó a Arte Sacro la falsedad de su dimisión, fue excluido de dicha relación.

La dimisión del Fiscal 2º presentada por escrito para ser hecha pública en fecha posterior a la Semana Santa y que aún no he abierto porque tampoco he querido leer hasta ese momento, respetando su petición, la comunicó verbalmente a los miembros de la Junta al finalizar el Cabildo. Su padre, el Tte. Hermano Mayor, sometido el año pasado a una delicada intervención a corazón abierto, y que tiene contraindicados los disgustos, hizo causa común y dijo que él se iba con su hijo.

Yo tenía la esperanza de reconducir su decisión, como también esperaba reconducir la de su hijo, por su gran calidad humana y cristiana. Pero la voluntad de hacer daño que motivó al que lo comunicó al periodista, ha conseguido hacer ahora inviable la vuelta atrás del fiscal 2º y de reforzar el anuncio espontáneo de nuestro Teniente Hermano Mayor.

Comparo esta situación la de una familia en que una discusión de los padres lleva a uno de ellos a decir que va a separarse y que el hijo, comunicándolo fuera de la familia como algo hecho, desencadena una efectiva separación.

Creo que las cosas deben resolverse en casa y es lamentable que en las hermandades tengamos miembros de Junta que faltan a su compromiso de lealtad al silencio de las deliberaciones de Cabildo y que haya hermanos que han perdido el norte y, jugando a políticos del peor estilo, se autoerigen en oposición buscando el fracaso y la descalificación de su Junta de Gobierno no importa a costa de que daño repercuta en su Hermandad. Olvidaron, si alguna vez lo conocieron, que ser hermano de una Hermandad tiene como objetivo la búsqueda del amor, de la construcción del Reino y la consecución de la santidad.

Noticia relacionada: 12/03/2008-Dimisiones importantes en el Dulce Nombre (Actualizado)