Aurora de Amor para Jesús Santos Calero
Francisco Santiago. No pudo ser, intenté despedirme de ti tras conocer tu estado, pero este ajetreado trabajo noticiero a veces no permite que demos tiempo al tiempo para lo más trascendental e incluso vital, como son unas palabras de consuelo.
La casualidad (o no) quiso que una fotografía de tu Virgen de la Aurora (para la Hermandad de La Resurrección con la advocación del Amor) y una biografía, nos pusiera en contacto cuando yo desconocía de tu existencia como artesano.
Una artesanía que, como parece que la historia ha decretado, vivió quizás al amparo del nombre de tu padre, Sebastián Santos Rojas y que, al igual que a tu hermano Sebastián, os ha mantenido en un segundo plano (incluso en vuestras relaciones) al menos en el submundo de las hermandades y cofradías.
Han sido casi 70 años de vocación y enseñanza, que han quebrado el momento cuando concluía el Domingo de Pasión, y tu Virgen en Santa Marina parecía llorar más de lo normal ataviada de hebrea, instantánea que tomé casi cuando llegaba tu expiración, pues fue en el mediodía del 9 de marzo y tú preferiste irte con tu padre el 10 de marzo y en plena Cuaresma, contrastes que nos ofrece la vida...
Tu biografía hace tiempo que la mantengo en ese pabellón de sevillanos ilustres que supone la web Conocer Sevilla, junto a la de tu hermano y tu padre, para que no hubiera dudas ni en la consanguinidad ni en el arte familiar y ahora tendré que poner ese dato fatídico que se pone en la mayoría de las biografías, pues suelen ser realizadas una vez muerto el rememorado personaje.
Una larga enfermedad te ha llevado a ese otro cielo de Sevilla, el que compartes ahora con tu padre, del cual heredaste como primogénito el taller y, en el recuerdo de las efemérides, quedarán tus restauraciones para las hermandades del Carmen de Calatrava San Esteban, Los Javieres, San Benito, San Bernardo, Prado del Salvador (ahora en Santa Cruz), Virgen de la Luz o Santa Marta, sin olvidarnos de la provincia, a la que tanto le debes y viceversa.
Pero yo personalmente, me quedo con tu legado para Sevilla, como es la Virgen del Amor de la Resurrección, esa Dolorosa que realizaste en 1969, coincidiendo las dos últimas cifras con la edad en la que te has ido. Una Virgen que quisiste alejarla del emblemático barroco dándole una serenidad neoclásica a su bello rostro doloroso y a la vez entregado a sabiendas que se está consumando la palabra de Dios.
Foto: Francisco Santiago
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