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Identificación de un tema pictórico de nuestra Semana Santa en Sorolla: la Virgen del Rosario de Monte-Sión. Juan Martínez Alcalde.


 Al hilo de la exposición sobre las obras de Joaquín Sorolla de la Hispanic Society de Nueva York que se puede contemplar en nuestro Museo de Bellas Artes, y la repercusión que ha tenido entre muchos cofrades, así como el eco prestado por distintas revistas cofradieras sobre todo al lienzo "Los Nazarenos", me gustaría recordar a los amigos de artesacro.org un valioso antecedente del estudio sobre estas y otras obras de Joaquín Sorolla, publicado en el Boletín de las Cofradías del año 2000, cuando era impensable el que estos lienzos se pudieran contemplar en nuestra ciudad, y el conocimiento de los mismos era muy minoritario.

El artículo en cuestión fue publicado en el número extraordinario de aquel año (nº 494, abril 2000, pp. 163-165) por el prolífico autor y maestro de cofrades Juan Martínez Alcalde, pionero en el tratamiento de los temas semanasanteros allende nuestra fronteras gracias a sus viajes y conocimientos del arte, quien realizó un concienzudo análisis sobre las tres versiones que realizó Joaquín Sorolla sobre el paso de la Virgen del Rosario de Monte-Sión, estableciendo hipótesis razonadas sobre dichas obras que testimonian a nuestra Semana Mayor tanto en la ciudad más emblemática del mundo actual como en la capital de España, acompañado de los testimonios gráficos que con los limitados medios de entonces podíamos ofrecer.

Dicho artículo, largamente madurado y elaborado por Martínez Alcalde, fue una "primicia" en el estudio iconográfico y artístico de estas obras cofradieras de Sorolla, y tuvo tal eco que un ejemplar de dicho boletín fue enviado al Museo Sorolla de Madrid, que acusó recibo del mismo que pasó a integrar su biblioteca.
 
Aprovecho esta ocasión de poder contemplar esta obra en nuestra ciudad, para enviaros el texto y fotografías del mismo (gracias a la edicion en dvd recientemente realizada), por si queréis reproducirlo o haceros eco, como un reconocimiento a Juan Martínez Alcalde, maestro de cofrades, y pionero en el estudio y el conocimiento de muchos de los tesoros del patrimonio devocional y artístico de nuestras Hermandades y Cofradías.
 
Isidro González
(Director del Boletín de las Cofradías de Sevilla 1997-2000)

 Identificación de un tema pictórico de nuestra Semana Santa en Sorolla: la Virgen del Rosario de Monte-Sión. Juan Martínez Alcalde

En la exposición Sevilla en Fiestas, organizada por la Caja de Ahorros San Fernando durante la cuaresma de 1997, se exhibió un cuadro de Sorolla perteneciente a su museo monográfico de Madrid, donde se contemplaba un paso de palio visto desde atrás y con encuadre lateral (tres cuartos), fechado en 1914.

El catálogo de ese museo le daba el número 1033. Y el catálogo de la muestra decía, de modo bastante vago y descomprometido: "Con respecto a la iconografía de la Virgen se suele catalogar como la Esperanza y la Virgen del Valle. Tal vez Sorolla ha querido representar un prototipo de paso de palio sevillano, sin identificar a ninguno específico".

Cierto que la factura del lienzo, ligera y abocetada para su aparente tamaño (1,40 x 1.60) es una muestra del valiente poder sintetizador de Sorolla, con esa capacidad improvisadora e intuitiva de que sólo son capaces los verdaderos genios. Sin embargo, el famoso artista no ha desdibujado tanto la realidad hasta el punto de que no podamos reconocer en este lienzo el antiguo paso de palio de la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos.

Que si aquí aparece encuadrado con relativa distancia, perspectiva y holgura (lo cual no puede conseguirse en su capilla de Monte-Sión), es porque en aquella época creemos se preparaba para su salida procesional dentro de la ex-iglesia del hoy Archivo de Protocolos.

Como prueba de lo que decimos hay fotos, por lo menos del paso del Cristo de la Oración en el Huerto, tomadas dentro de este espacioso ámbito. Quizás otra foto o un apunte directo del paso de Virgen sirvió a Sorolla para componer esta obra, complementada posiblemente por alguna referencia colorística tomada del natural. En ese sentido resulta harto significativo el hermoso resplandor anaranjado de cierto guardabrisa, única que permaneció encendida dentro del candelabro de cola. ¿Descuido del apagavelas o capricho polícromo del artista? Si nos fijamos bien, veremos que no solamente coincide el corte del palio con el que llevaba la Virgen del Rosario, sino que incluso la corona va un poco ladeada hacia la derecha, siguiendo la inclinación que electivamente tiene el rostro de la imagen. No caben confusiones con la Esperanza Macarena, que en 1914 ya había renovado sus bambalinas, ni mucho menos con el Valle, cuyas caídas eran -y son- únicas, inconfundibles.

Además Sorolla retrato en otro cuadro a la Virgen del Valle, también de forma muy gráfica y característica, y posiblemente de ahí hayan surgido los restantes errores(puramente nominales, porque en la morfología de las andas no cabe ninguna duda). El único punto conflictivo es que la cofradía de la Oración en el Huerto también había renovado este palio en 1913 por el de malla dorada (transcendente y arrollador invento), si bien todavía las caídas de terciopelo del antiguo dosel estuvieron en uso durante cierto tiempo, colgando del borde de la parihuela a manera de sobrefaldón, en el lugar que normalmente ocupan los respiraderos.

Finalmente, hacia 1919. parece que las caídas pasaron a la cofradía de los Gitanos (posibilidad de identificación que hemos desestimado, pues su antigua efigie dolorosa llevaba el rostro inclinado en distinta dirección que la del Rosario, además de resultar ya excesivamente tardío desde el punto de vista cronológico).

Ante esa aparente disonancia, nos permitimos sugerir que esté equivocada la fecha que se le asigna al lienzo, y que éste correspondiera a algunas de las anteriores estancias en Sevilla de Sorolla, la de 1908 o la de 1910. A no ser que entonces hiciera un bosquejo o composición previa y luego terminara el cuadro y lo fechara en 1914.

A mayor abundamiento, el artista levantino trató en otras ocasiones el tema del paso de la Virgen del Rosario. Una fotografía de la serie producida por Almela en forma de tarjetas postales, le sirvió para trazar dos cuadros más: uno que representa las andas vistas de frente con formato vertical y sin acompañamiento de público, se encuentra igualmente en su museo madrileño, aunque no permanece exhibido, al menos cuando nosotros lo hemos visitado. Otro es el vistoso lienzo Semana Santa en Sevilla que forma parte del magno friso colorista y racial dedicado a nuestro país en la Hispanic Society de Nueva York, con la variación de que ahora las andas van pintorescamente acompañadas por nazarenos con túnicas negras de cola (como las del Gran Poder) pero con un escudo de Santiago al pecho (como en la Carretería). O sea, una mescolanza sin pretensiones históricas, muy al gusto yanqui. Pues Sorolla conocía perfectamente a su clientela y sabía darle plena satisfacción, sin detrimento en la calidad de su paleta.

En cualquier caso, quizás por economía lineal, cabe advertir que el pintor simplifica el formato de la bambalina delantera, dándolé un corte recto por arriba al suprimir la crestería o penacho bordado que la realzaba. Todo esto lo exponemos con total convencimiento. pero además viene corroborado por el cofrade gaditano don José Luis Nieto-Guerrero, persona de excepcional talento y de reconocido criterio, quien coincide en todo con estas opiniones.

Quede pues, para la popularísima cofradía del Jueves Santo el honor y el orgullo de saber que el paso de la Virgen del Rosario fue retratado por el máximo representante del luminismo español. Y que lo hizo tres veces, ¡nada menos!










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