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Provincia. Los Palacios recupera el "Arca de las Tres llaves" del siglo XVII


Arte Sacro. El Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca ha restaurado el conocido como "Arca de las tres llaves", un baúl de madera de cedro que data del siglo XVII en el que el Concejo Villafranca de la Marisma, origen del municipio actual, guardaba los ingresos del arrendamiento de las tierras municipales con los que debían pagar a los marqueses de Vallermoso y Paterna que fueron los prestamistas en la compra de la jurisdicción. El trabajo ha sido realizado por Antonio Cruzado Pérez, de 70 años y de familia de ebanistas, quien ha respetado todas sus características. El arca se encuentra expuesto al público en la Casa de la Cultura, donde permanecerá con el fin de acercarlo a los vecinos.

La crónica de esta pieza "de gran valor histórico" la han relatado el delegado municipal de Cultura, Claudio Maestre, el profesor jubilado Antonio Cruzado González, historiador local y Cronista de la Villa, y el restaurador Antonio Cruzado Pérez que han participado en su recuperación desde sus respectivos ámbitos.        

El concejal Claudio Maestre ha señalado "la relevancia de la recuperación de un arca que tiene más de 350 años de antigüedad y es un símbolo fundamental de nuestra historia con un enorme valor patrimonial", por lo que ha agradecido "el interés de varios vecinos, junto al Ayuntamiento, en su recuperación y el trabajo posterior de restauración de Antonio Cruzado Pérez, para dejar la pieza en su estado prácticamente original". El responsable de Cultura ha indicado que "esta labor se encuadra en la política de la delegación de conservar cuantas obras históricas y patrimoniales se puedan recuperar".

El arca es sobria pero está hecha de un material noble para la época como el cedro y compuesta por seis piezas cada una de ellas enteriza, lo que hace suponer que procedía de un mismo árbol enorme. El tipo de ensamblaje de sus partes está en desuso desde hace 200 años por su dificultad. La disposición y forma de las tres cerraduras y las asas se han mantenido. En el interior del arca hay un compartimento, previsiblemente para guardar documentos, y un pequeño secreter que podría destinarse al libro de cuentas.

El historiador Cruzado González ha relatado el significado del arca, ya que procede de 1640 aproximadamente, apenas tres años después de que los vecinos de Villafranca de la Marisma impidieran que el Duque de Arcos, señor de la colindante población de Los Palacios, comprase la villa y sus habitantes a Felipe IV, quien había puesto en venta a miles de vasallos. "Los vecinos tuvieron que pagar más de nueve millones de maravedíes, por lo que una Cédula Real autorizó al Concejo local a arrendar tres mil fanegas de tierras comunales con el fin de pagar la deuda y estableció que el dinero ingresado debe depositarse en un arca", relata el Cronista de la Villa.

La pieza dispone de tres llaves, que estaban a cargo de los llamados claveros. Una quedaba en poder del alcalde, otra, del concejal de más edad y la tercera, de un vecino de reconocida honradez, ajeno a la Corporación, que además debía custodiarla y dar cuenta de su contenido cada cuatro años al Concejo Real de Hacienda. El archivo municipal conserva un libro de cuentas de 1709 con el nombre de los claveros de entonces.

El restaurador Antonio Cruzado Pérez, jubilado de 70 años y ex funcionario municipal, ha relatado que "el arca me ha perseguido toda la vida, desde que lo vi la primera vez con siete años en el antiguo Ayuntamiento, y lo restauró mi padre colocándoles unas alzas para resguardarlo de la humedad". En el traslado al actual Consistorio estuvo a punto de perderse, pero pudo recuperarse a tiempo.

Cruzado Pérez, de familia de ebanistas y primo del Cronista de la Villa, ha contado que ha trabajado "un mes a ratos" en la restauración del arca. Lo ha lijado hasta dejarlo en su estado primitivo, ha enlazado sus piezas enterizas y lo ha encerado con cera virgen. La madera es de gran durabilidad, por lo que no necesita tratamiento para su conservación. El herraje es el original, salvo algunos clavos.

Para el restaurador, "es una satisfacción volverlo a ver en su estado natural y en el sitio que le corresponde, en la Casa de la Cultura", una impresión que ratifica el historiador local que "ahora se podrá acercar al pueblo y dar a conocer su razón de ser y su historia, tan ligada al origen de nuestro municipio actual". Tanto Cruzado como el delegado de Cultural han coincidido en "la necesidad de conservar el patrimonio que ha llegado a nuestros días para dar a conocer nuestro pasado a las nuevas generaciones".

Fotos: M.J.D.










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