La Hermandad del Sol completa la iconografía de la Sacra Conversación

Francisco Santiago. El sábado 7 de marzo, la Hermandad del Sol presento de la mano de su Hermano Mayor, Francisco Javier Parrado y del director artístico, José Manuel Bonilla, la culminación del misterio de la Sacra Conversación, completándose la misma con la imagen de María Magdalena.

José Manuel Bonilla presentó a la Santa pelirroja, para la cual posó una de sus sobrinas y que la podremos ver en el futuro en distintos momentos y situaciones, ya sea portando el cáliz o con un cráneo, este último por supuesto, no será en la salida procesional.

Hoy domingo pueden seguir contemplando el conjunto durante la Función del Quinario al Santo Cristo Varón de Dolores de la Divina Misericordia a las 12:00 horas en su parroquia de de San Diego de Alcalá.

Desde las 11:00 horas hasta las 20:30 horas ininterrumpidamente permanecerá expuesta la Iconografía de la Sagrada Conversación, así como las bambalinas interiores ya concluidas y el futuro respiradero del palio que procesionará en el 2010.

Fotos: Francisco Santiago 

La Iconografía de la Sacra Conversación.

A la Divina Madre de Nuestro Señor Jesucristo, Sol de Justicia, se le ha representado en la iconografía devocional sevillana en diversas formas, la mayoría de las cuáles aún perduran.

Así, amén de su presencia en los Misterios Cristíferos, la Stma. Virgen ha ejercido todo su protagonismo en el paso de palio, heredero del precursor diseñado para la Soledad de San Lorenzo, sola o en compañía del Discípulo Amado. Pero ello no puede restar importancia a otras expresiones escenográficas de enorme valor didáctico y pastoral, como son las de la propia Soledad al pie de la Santa Cruz , la Piedad con el Señor muerto sobre el regazo, el Calvario donde Jesús muerto aparece rodeado de su Madre, San Juan y los más cercanos al Redentor o el Stabat Mater, perdido hasta hace poco y ahora recuperado por la Hermandad de Santa Cruz. Y ello sin mencionar el más genuino Misterio Mariano, en el que ella asume todo el protagonismo entre los discípulos y amigos del Redentor, tal y como se expresa en el paso del Duelo, síntesis de la jornada de luto del Sábado Santo.

Más de todas esas diversas formas de presentar a la Stma. Virgen en nuestra Semana Santa, existe una netamente sevillana, concebida con los albores del siglo XIX y que fue adoptada por las Hermandades de la Exaltación, el Valle, el Calvario, el Loreto y la Esperanza de Triana durante varias décadas, en la que María aparece acompañada de San Juan y de Sta. María Magdalena, formando trilogía en Sacra Conversación de la que nos han llegado testimonios gráficos, y que desde principios de los años 90 se reproduce cada año en el Templo de la Anunciación, tras haberse suprimido la más tardía de sus expresiones en Sevilla con su desaparición del paso de la Virgen de Valle en 1904.

Dicha iconografía no es casual, ni responde a un puro capricho estético, sino que con sublime hondura catequética muestra el trance de supremo dolor que padece Ntra. Señora con el sufrimiento de Nuestro Señor Jesucristo, trance en el que siempre permanecen junto a ella y siguiendo al Redentor el Discípulo Amado y la Pecadora redimida.

Es por ello que su representación no queda constreñida en la centuria romántica a aquellas cofradías que pudieran considerar congruente con su universo simbólico el mostrar el duelo posterior a la muerte del Salvador, sino otras muy diferentes y bajo advocaciones absolutamente heterogéneas.

Inclusive se puede observar que el tipo de representación es estática y no dinámica, no se encuentran en el camino de la amargura sino que se encuentran consolando a la Virgen, Madre del Sol de Justicia, del mayor de los dolores que una madre pueda sufrir.

Así la presencia de María Magdalena y San Juan junto a María componen, no sólo una estampa de dolor compartido ante los padecimientos vividos por el Redentor, o de Duelo y luto ante el trance de su muerte, sino también una expresión de la expectación ante su Resurrección anunciada, que habrá de dar sentido a toda su Pasión, compendiada en la profecía de Isaías y expresada en la imagen del Sto. Cristo Varón de Dolores.

Así, la Expectación de María, Madre del Sol, en su expresión dolorosa de la Semana de pasión, no es (no puede ser), la de la venida del Mesías, sino que es Esperanza de Resurrección y Vida, aún en la jornada luctuosa, víspera del Día del Gozo del Gran Misterio de la Cristiandad. Y en esa espera, María se acompaña del Discípulo Amado como símbolo de su maternidad sobre toda la Humanidad, adquirida en el Gólgota, pero también de la Mujer Pecadora , que en su redención por Ntro. Señor simboliza la redención y el perdón de toda la Humanidad por la Pasión y Muerte del Salvador.

Posiblemente sean éstos referentes válidos a la hora de recuperar un planteamiento iconográfico asentado en nuestra Corporación en la década de los ochenta y que posteriormente quedó postergado ante la inmediatez y prioridad de los diversos avatares y aconteceres que padeció la primero agrupación parroquial y posterior Hermandad de Gloria hasta llegar a nuestros días.

Así, nuestra Hermandad, que ha encontrado en la diferenciación frente a la homogeneización y globalización de la Semana Santa su principal seña de identidad, se ha planteado una representación mariana que cumpla dos objetivos:

1º. Complementar con una expresión iconográfica singular la peculiar estética del Paso de Palio concebido para ELLA, en la que el atavismo de los materiales no suponen un mero capricho ni la plasmación de una limitación en los recursos, sino una concepción absolutamente diferenciada de ese altar itinerante para Ntra. Señora, en la que se conjugan recuperaciones de arqueología cofrade como los varales y otros elementos de madera, la futura ráfaga incorporada en el proyecto de 1996, o la luna a los pies de la Stma. Virgen , con aportaciones peculiares y propias como los tejidos estofados en oro y óleos de colores y el conjunto del ajuar de la Stma. Virgen del Sol. En síntesis, aportar un paso diferente para una iconografía diferente,... recuperar expresiones añejas para una escena añeja y recuperada, que se complementarán con acciones concretas en la definición del propio planteamiento de la candelería y otros elementos del Paso.

2º. Reforzar la propia integración estética y expresiva de la Cofradía en la jornada del Sábado Santo. Si el Sto. Cristo Varón de Dolores de la Divina Misericordia es compendio y síntesis de la Pasión y misión salvífica de Cristo, en la Madre del Sol en Sacra Conversación con los dos seguidores más fieles del Maestro, se compendia su maternidad sobre el género humano redimido del pecado con la expresión del duelo propio de este Día.

Con ello, se configura un conjunto simbólico que cierra el círculo completo de la expresión catequética y estética de la Cofradía del Sol, abocada sin duda a ubicarse en la Jornada en la que por su propia concepción pensamos que le ha de corresponder, que no es otro que el Sábado Santo.

La Hermandad y sus hermanos han tenido la altura de miras suficiente para afrontar ante Sevilla la recuperación de una representación sólo conocida por fotos que hoy son una reliquia, lo cuál no ha resultado tan difícil una vez que la Hermandad renunció en su día a un paso de palio al uso, para apostar por un experimento tan interesante como complejo. No cabe duda, en este sentido, que una corporación que tuvo la capacidad para trascender de la tipología cristífera al uso para encontrar la majestuosidad alegórica del Varón de Dolores, o de innovar en insignias y túnicas, no ha sido medrosa a la hora de afrontar un reto que la sitúe de manera definitiva como el gran referente entre las Hermandades de nuevo cuño, por ser capaz de aportar y recuperar, sin reproducir los modelos vigentes más al uso.

Existe, por tanto, un proyecto sólido, una ilusión desbordante en una Hermandad joven pero anclada en los más clásicos cánones de nuestra Semana Santa y  sólo esperamos el respaldo definitivo de quienes saben más que nosotros para poder llevarlo a cabo con todas las consecuencias pero también con la seguridad de un futuro cierto y preclaro.

Fotos: Francisco Santiago