Cofrades reunidos. Álvaro Pastor Torres. El Mundo.

Esperpento en dos actos. Dramatis personae : Paco “El Ultra”, abogado de apellidos compuestos, placa en la puerta “Despacho de 5 a 6”, querida reconocida y tiesura igualmente notoria. Manolo “El Diplomático”, funcionario municipal con varios másteres en sudokus, solitarios (juego de ordenador), desayunos de trabajo prolongados y copeos de válvula. Don Antonio “El maestroescuela” , librepensador, bibliófilo y putañero. Pepito Cofradías, capillita hispalense, prejubilado de banca y consiliario 17º de una hermandad de poco fuste.

Escena primera. Taberna de barrio venida a menos en clientela y a más en telarañas junto a los bocoyes de vermú y manzanilla. Mostrador de caoba con apuntes en tiza y cercos dejados por botellines de cerveza que recuerdan los aros olímpicos. Azulejo de San Bartolomé, unos dicen que por el patrón del pueblo natal del dueño, otros que en recuerdo de las tiras de pellejo que allí se sacan durante las tertulias cofrades. Camarero soñoliento con barba de varios días, mandil de color indescifrable y cara de pocos amigos.

Paco “El Ultra”: esto es un es-cán-da-lo (sin pose de Raphael), una vergüenza. ¿A dónde vamos a llegar? ¿Lazos blancos en los pasos? Eso es una mariconada. No se sacan las cofradías, como en la República, y santas pascuas. Que se enteren estos masones abortistas de quienes somos nosotros: cristianos comprometidos, tradicionales y leales al Papa de Roma.

Manolo “El diplomático”. Señores, vamosa- llevarnos-bien, mucha mano izquierda, que no se enfaden los que mandan, que nos quitan las subvenciones. Esto se arregla con unos rezos y una comisión que como siempre no va a servir de nada, pero por lo menos cubre el expediente. Además, mientras la mitra no nos achuche mucho… Y así, todos contentos.

Don Antonio “El Librepensador” cita de memoria a Núñez de Herrera: “En la puerta del Ayuntamiento unos jóvenes tradicionalistas gritaban ¡Viva la Religión Católica, Apostólica y Romana! Y él (nazareno anónimo de número, cuota y capirote) fue uno de los diez mil que dejó las cosas en su sitio: ¡No, que viva la Semana Santa!” No confundamos a estas alturas el culo con las témporas.

Escena segunda. Llega Pepito Cofradías con noticias frescas sobre las catenarias, vulgo cables del tranvía. La controversia sube de tono. ¡Camarero, cuatro tercios fresquitos! A los cinco minutos nadie se acuerda ya del aborto.

Nota: Publicado en El Mundo de Andalucía. Edición Sevilla, el sábado 28-III-2009.