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Provincia. Los niños de Gines ya viven la Semana Santa con su propia procesión


 Arte Sacro. El alumnado de infantil del colegio Carmen Iturbide participó este miércoles en una llamativa procesión en la que no faltó ni un detalle

Los alumnos y alumnas de infantil del Colegio Carmen Iturbide de Gines han participado este miércoles en una llamativa procesión, en la que los pequeños, de entre 3 y 5 años, quisieron emular a los mayores en el Paseo Juan de Dios Soto ante la cercanía de la Semana Santa.

Ante una gran cantidad de público formado tanto por familiares de los pequeños participantes como por niños y niñas de otros centros de Gines, la Cruz de Guía abría el cortejo, seguida de varios nazarenos.

La comitiva continuaba con unos pequeños monaguillos a los que seguía el primer paso, elaborado por los propios niños y sobre el que podía verse una cruz con un sudario. Los capataces, los aguadores, y los costaleros acompañaban al paso, además de un grupo de niñas vestidas de mantilla, y hasta una pequeña banda de cornetas y tambores.

Ya en el tramo final del cortejo, aparecía el segundo paso de la procesión, un palio en el que podía verse una figura en representación de una Virgen Dolorosa, todo ello acompañado por un segundo grupo de costaleros, niñas vestidas de mantilla, y otra banda de música.

Desde el colegio Carmen Iturbide, su director Alejandro Mora explicó que la procesión se ha convertido ya en una tradición en la localidad, una original iniciativa que pretende hacer partícipes a los pequeños de la Semana Santa.

Al llegar al monumento a la Virgen del Rocío, los pasos se detuvieron durante unos minutos, en los que pudo escucharse una saeta a cargo de la saetera de Gines María del Carmen Ramos.

Los familiares de los pequeños cofrades se lo pasaron de lo lindo contemplando el discurrir de la procesión, destacando la buena organización con la colaboración del Ayuntamiento y el grado de detalle de toda la comitiva. Por su parte, los pequeños participantes disfrutaron en grande sintiéndose protagonistas por un día de su propia procesión. Y es que, con iniciativas como esta, el futuro de nuestra Semana Mayor parece más que asegurado.










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