Te quiero. Isabel Serrato Martín

De nuevo a mi hermano Fran, que no conoció a mi abuelo, para que lo quiera y lo conozca en mis palabras.

Hola:

¿Cómo estás? Me imagino que bien. ¿Yo? A ratos, ya me conoces, me vuelco con todo y a veces echo de menos que alguien se vuelque conmigo como lo hacías tú. Va haciendo años que eres la estrella más bonita de mi firmamento. Pero hoy necesitaba hablarte de mi forma especial. ¿Has visto mi nuevo despacho? A mi me encanta, pero… ¿seré capaz? No me dejes, sabes que sin ti, no sé caminar.

Si, lo sé, va a hacer un año que José Luis ya no está en nuestra vida, y me alegro que poco a poco lo vayamos superando. Ya sabes, la abuela no lo lleva tan bien, dice que no me eche otro novio, que me quede para vestir santos… sé que tu le dirías, “no le digas eso a la niña”, ¡qué bien me lo pasaba entre vuestras conversaciones!

Todos los días me preguntas si me acuerdo del 24 de Marzo de este año, y me recomiendas que no olvide cada segundo de aquel día, pero lo que de verdad me preocupa es que a ti no se te olvide nada, que lo recuerdes como el día que paseamos hacia el arco del camino de nuestro triunfo. ¿Una vida por delante? Sólo si te siento de la mano. Está a punto de llegar el día que tacho en el calendario, el día que te perdí en cuerpo y me até a tu alma para siempre.

¿Qué si llevo el reloj que usabas a diario? Pues claro. Antes sólo me lo ponía en ocasiones especiales, pero y así te respondo a tu duda, ahora, llevo tu reloj todos los días del año, porque desde aquel 24 de marzo, todos los días son especiales. He de decirte, que, el reloj, llegó a mis manos algo deteriorado, he tenido que cambiarle la correa y la pantalla la tengo que llevar a limpiar y a dorar, pero es que tras usarlo tu, luego abuelita y ahora yo, la “mierdecilla” (jejeje) le nace por el lado derecho, abuelito, siempre el lado derecho.

Está a punto de llegar ese día que tacho en el calendario y luego llegará la fecha que tanta ilusión me sigue haciendo. Nací el día 18 de Julio, el día después de tu cincuenta y poco cumpleaños. Cumplir años un día después que tu…

¿Qué si llevo tu alianza? Pues claro, ahora y siempre en mi mano derecha, la que firma todas mis ideas.

Pero… irremediablemente, me falta algo, me falta acordarme de tus burritos, me falta tu olor, recordar a qué olía tu presencia

Y es que abuelo, te digo, que te perdí siendo una niña y creo, tan sólo creo, que hoy te escribe una mujer.

Te echo de menos, pero te quiero mucho, abuelito.

Tu nieta.

Foto: Juan Alberto García Acevedo