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La Asociación de Sevilla, premio Elías Valiña 2009 por su promoción del Camino Santiago


 Arte Sacro. La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Sevilla ha sido la ganadora del XIV Premio Elías Valiña por su labor de revitalización y promoción de la ruta Xacobea, especialmente la Vía de la Plata.

El fallo del jurado lo dio a conocer ayer el director general de Patrimonio Cultural, José Manuel Rey, en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, y explicó que los encargados de valorar todas las propuestas tuvieron en cuenta "la vitalidad y el espíritu" de la candidatura ganadora.

Formaron parte del jurado el presidente del comité de expertos del Camino de Santiago, Paolo Caucci, el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Fuenterroble de Salvatierra, José María Blas, y los titulares de las cuatro entidades inscritas en el registro de entidades de la ruta Xacobea.

Paolo Caucci hizo hincapié en la calidad de todos los trabajos presentados a la decimocuarta edición del premio Elías Valiña e incidió en "la vitalidad del premio de este año" en el ámbito de la recuperación y rehabilitación artísticas.

El jurado seleccionó al ganador de entre las quince propuestas presentadas en función de tres criterios fundamentales: la forma de reflejar el espíritu revitalizador de Elías Valiña, la actitud o el espíritu de los candidatos y la capacidad en el trabajo de promoción del camino como hecho social y artístico.

Elías Valiña está considerado como uno de los mayores revitalizadores del Camino de Santiago, pues dedicó gran parte de sus actividades a la recuperación y promoción de la ruta.

Con este objetivo se procura premiar las labores de señalización, limpieza o enumeración kilométrica, así como fomentar la creación de Asociaciones de Amigos del Camino que velen por la conservación de las rutas Xacobeas.

Es un premio a toda una trayectoria, a dieciocho años trabajando por y para el Camino y sus peregrinos, con logros materiales pero también, y sobre todo, por mantener viva la llama del espíritu jacobeo, encendida en el Cebreiro por aquel cura entrañable que da nombre al premio.









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