Provincia. La Hermandad del Rocío de Montequinto partió hacia la Aldea con novedades en su recorrido por el barrio

Eduardo Fdez. López. La Hermandad del Rocío de Montequinto inició ayer lunes su camino hacia la Ermita de la Blanca Paloma.

Este año la Hermandad celebró la Misa de Roemros a las seis de la tarde, una hora entes de la habitual con el fin de poder llevar el Simpecado por más calles del barrio.

Así una vez terminada la Eucaristía, oficiada por el párroco de Montequinto Francisco José Blanc Castán, sobre las siete y cuarto de la tarde salía el Simpecado de la parroquia de los Ángeles, en ese momento numerosos rocieros lo acompañaban por las calles de su barrio, los que realizan el camino entero y los que como es tradición lo acompañan sólo en su primer día de camino.

El Simpecado de la Virgen del Rocío fue llevado este año, un acierto el cambio por parte de la Hermandad, por calles por las que nunca había pasado la Hermandad en este su primer día de camino, calles como San José de Calasanz, Trajano o Plaza de Roma, calles más antiguas del barrio y que ya acogieron en su día a la Virgen de los Ángeles en su procesión extraordianria.

La Hermandad realizó su primera pernocta y única en solitario en los terrenos de Villanueva del Pítamo, a los que llegaron los romeros cerca de las once de la noche.

Antes, se realizó una parada en la 406 Comandancia de la Guardia Civil, el conocido Cuartel de la Guardia Civil, allí el Simpecado estuvo durante una media hora en la capilla junto a la Virgen del Pilar y un cuadro de la Virgen del Rocío.

Hoy la Hermandad comienza muy pronto su camino hacía el Tiro de Línea, donde llegaran antes de las ocho de la mañana para presenciar la Misa de Romeros de la Hermandad de Sevilla Sur, su madrina, y comenzar con ellos el camino hacia la Blanca Paloma.

La Hermandad regresará el miércoles próximo por la tarde, recogerán su Simpecado que al no poder tener aun carreta ni ser filial no pueden llevarlo hacia la aldea y llegaran de nuevo a su barrio, recorriendo más calles del barrio.

Fotos: Eduardo Fdez. López