Provincia. Crónica de los cultos y fiestas de la Hdad Rosario Mairena

Arte Sacro. Simplemente, de espectacular podría calificarse el fin de semana del 19 al 21 de octubre de 2013, vivido en Mairena con motivo de los cultos y fiestas que anualmente celebra nuestra Hermandad en honor de la Santísima Virgen del Rosario.

Después de una noche de viernes de fiesta en la caseta hasta altas horas de la madrugada, el sábado comenzó con la diana interpretada por un grupo de tamborileros que anunciaba a Mairena que este pueblo estaba de fiesta. Continuó con una impresionante ofrenda floral en la que con la participación de más de 25 caballistas, varios coches de caballos y cientos de niños, hombres y mujeres vestidos con el traje típico andaluz, recorrieron las calles de esta localidad para llevar sus flores hasta las plantas de la Santísima Virgen del Rosario. Por parte de la banda de la Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor, que fue quien acompañó la ofrenda, también se hizo el ofrecimiento  de un ramo a la Virgen al son del Ave María de Schubert, resultando ser un acto muy emotivo. A las nueve de la noche se celebró en la parroquia de San Ildefonso un solemne Rosario cantado, ante la imposibilidad de realizarlo por las calles de nuestro pueblo a causa de la lluvia.  Ésta al poco cesó, y se pudo disfrutar en la caseta, que con la actuación de una orquesta, estuvo abierta durante toda la madrugada.

El domingo que amaneció espléndido, dio paso a  eso del mediodía a la celebración de la Función Principal de Instituto de la Hermandad. En una iglesia, abarrotadísima de público,   tuvo lugar una solemne Eucarística a cargo de nuestro párroco y Director Espiritual y en el que al ofertorio se realizó la Protestación de Fe, pasando luego los hermanos en largas colas a besar las Reglas.

Y el culmen de todo tuvo lugar a las 7 de la tarde del domingo 20 de octubre cuando se abrieron las puertas de San Ildefonso y la Santísima Virgen del Rosario, bellamente exornada, cruzó el dintel y descendió por la rampa al son de la “Marcha Real” interpretado magníficamente por la banda de la Virgen de las Angustias de Sanlúcar, al igual que ocurriría durante todo el recorrido. En una plaza repleta de público, se escucharon los vivas y los aplausos entre las lágrimas y la emoción de muchos de los presentes.

La Virgen prosiguió su recorrido por la calle Guadalquivir entre un mar de personas para llegar al arco de la Prusiana, donde tras la marcha “Rocío” fue recibida por la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío. Tras cruzar el arco “Reina de la Paz”, tomó la cuesta del Zurraque, en la que fue recibida por la Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de las Mercedes. Difícil resultaba caminar por esta calle por la cantidad de público que en la misma se congregaba y que se mantuvo durante todo el recorrido. Al son de las marchas  “Aniversario Macareno”, “Esperanza de Triana” o “Estrella sublime”, la Virgen se adentró en el Zurraque y la calle Manuel de Reyes bajo los arcos de colores blanco y amarillo para la primera y blanco y naranja para los segundos y con balcones bellamente adornados. Desembocó a eso de las 10 de la noche en la calle Nueva, donde bajo los arcos blancos y rojos que la adornan y las letanías que cuelgan de los balcones, la presencia de la Santísima Virgen todo lo llenaba, siendo acompañada por una multitud de personas que impresionaba. Al llegar al Ayuntamiento, fue recibida por la Corporación Municipal. Concluido este acto se apagaron las luces y al son del flautín con la marcha “Reina de Triana” fue recibida por el Grupo Joven de la Hermandad. En el momento culmen, se encendieron las luces de la cúpula que para Ella se había instalado y una lluvia de pétalos bajó del cielo en honor de la Reina de todo lo creado. Una segunda petalada espectacular cubrió de gloria a la Madre de los rosarieros. Tras este emotivo acto y el clamor de  todos los presentes, la Virgen se dirigió hacia el arco “Puerta del cielo” que mira al cementerio, para que con recogimiento, se pudiera hacer una oración por todos sus hijos que ya se encuentran en el balcón del cielo. Tras la estrechez de la Calleja, a los sones de “Encarnación Coronada” y en una plaza de la iglesia aun abarrotada, a pesar de que eran casi las 12 de la noche, la Santísima Virgen del Rosario entró en su templo.