Un libro sobre los Santizo que es “la caña”

Arte Sacro. El miércoles 26 de marzo Jirones de Azul y Miguel Ángel Santizo se enfrentaban a un duro reto: un partido del Sevilla F.C. en el mismo barrio nada menos que con el Madrid, la Gala de Tele Sevilla y tropecientos ensayos de costaleros… pero ganó la Fundación Cruzcampo que logró el lleno para asistir al debut literario del más joven de los encendedores de la saga Santizo. Miguel Ángel.

Allí se congregaron hermanos mayores, miembros de junta, la familia Santizo casi al completo y parte de Torreblanca, barrio que ha abanderado también el nombre de esta familia que tiene a la caña como arma y las velas como trabajo.

Falto al acto el presentador, Fernando Carrasco, que no pudo evitar “el trabajo” y tuvo que cubrir otro acto para el periódico en el cual trabaja. No falta en el libro la introducción de Fray Carlos Amigo Vallejo y el prólogo del ilustre escritor y periodista antes mencionado, que sabe y conoce, como bien argumenta, la “gratitud”, sobre todo a los que nos hicieron ser lo que somos en la actualidad.

Es un libro que no solo cuenta la historia de la familia junto a las hermandades..., desvela secretos de cómo el viento es uno de los principales enemigos de los encendedores, influenciado por el cambio de Luna que anuncia la inminente llegada del Viernes Santo y como evitarlo.

De cómo el costalero a veces es “poco solidario” con los que, al igual que ellos, trabajan para que la hermandad luzca como nunca a pesar del mal tiempo (que también tiene su truquillo). Hasta el maestro Martín Cartaya se hace parte de la historia viva de este libro, dándonos a conocer fotos inéditas de él mismo.

Son XVI capítulos donde nos desvelan los pormenores de esta saga, anécdotas, aventuras, hasta la liturgia tiene su apartado y todo ello con el mimo de esta editorial que lucha contra la crisis, como argumentó Julio Cuesta en un rotundo apoyo a los trabajos de las pequeñas empresas frente a la ya perenne crisis. Felicidades Miguel Ángel, gracias por compartir tus vivencias, tu familia y esta otra historia de las cofradías que había que contarla.

Fotos: Francisco Santiago