Las Penas de Jesús y la Esperanza de María. Francisco De Borja Cordero Murillo
Siete década después, la Pasión se plasma en la calles de Sevilla y recorre el camino de antaño. Desde la Iglesia de Santiago, -sede canónica de la Redención-, por el cierre imprevisto de su templo, se abren de nuevo los cerrojos para que resurja la imagen de, Nuestro Padre Jesús de las Penas -el de San Roque-. Cuatro faroles grandes y dos pequeños dan luz al monte de rojos claveles que reflejan la Penas que el Señor está pasando. La Cruz arbórea le daña el hombro. Su rostro afligido y apesadumbrado tejen las puntadas del tiempo que pasa y no vuelve, en su camino al Calvario.
Siguiendo su estela llega la Virgen de Gracia y Esperanza exornada con flores de blanco azahar, lleva en su mano el pañuelo de la Virgen del Rocío; su palio irrumpe la oscuridad de la noche en Caballeriza. Gracia y Esperanza dibuja la sombra de la luz de la cera, que, llena de amor las Penas de Jesús y la Esperanza de María.
Tras mi Jesús de las Penas,
las campanas dan su toque,
Mística flor de azucena,
es mi señora de Gracia
y Esperanza de San Roque.
Fotos: Francisco De Borja Cordero Murillo.