Provincia. La Virgen de Consolación "llegó" a Utrera en el Cincuentenario de su Coronación Canónica

Manuel Pinto Montero. Por unos días el Santuario de Consolación queda huérfano de la Santísima Virgen, ya que tan celestial princesa se ha marchado para visitar su pueblo en este Año Jubilar que la Iglesia utrerana está celebrando con motivo del Cincuentenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de Consolación, Patrona de Utrera.

Nadie quiso perderse estos momentos únicos en la devoción de Utrera, ni el sol que en todo lo alto la saludaba dejó sola a la Virgen de Consolación. Rezándose el Santo Rosario la Virgen paseó por calles de su pueblo por las que no es nada habitual que pasee, ya que en su procesión anual del 1 de mayo se centra el itinerario en los aledaños del santuario.

La Virgen de Consolación fue portada en andas, estando alumbrada por cuatro candelabros de guardabrisas en las esquinas. Para la ocasión la Virgen lució saya blanca bordada en oro y manto verde bordado, luciendo el Santísimo Niño túnica verde bordada. Sobre su mano derecha el característico barquito de la Virgen de Consolación.

Muchas fueron las lágrimas que derramaron sus devotos al paso de la Santísima Virgen. Las andas reviraban hacia las personas mayores para que cruzaran su mirada con la Patrona de Utrera. Tampoco le faltaron las plegarias y rezos cantados de sus devotos, con los interpretados en la calle Francisco de Orellana. Emotivo fue el paso de la Señora por la calle Marco Polo donde llovieron miles de pétalos blancos para la del barquito en la mano.

En esos momentos el sol alumbraba la espadaña de la Capilla del Carmen donde la esperaban con los brazos abiertos. Pero antes la Santísima Virgen de Consolación visitaba a su hijo, al Nazareno de las Veredas, en su Capilla de San Bartolomé. La Hermandad del Nazareno había mantenido aún sus imágenes en sus pasos procesionales pudiéndose ver estampas totalmente inéditas y que quedarán para los anales de la historia religiosa de Utrera. El Señor de Utrera en su paso de madera dorada y la Virgen de las Angustias en su paso de palio recibieron a la Madre de Utrera en este año tan especial.

La Santísima Virgen se despedía de la Hermandad de Jesús cuando las campanas de la Capilla del Carmen del Colegio salesiano la llamaban. La Hermandad de los Estudiantes, así como la Archicofradía de María Auxiliadora esperaban en las puertas de la Capilla a la Virgen de Consolación para acompañarla hacia el interior del Templo.

Ya en el interior las miradas de la Virgen de Consolación y María Auxiliadora se cruzaban, dos grandes devociones utreranas que comparten el amor de un pueblo que un día quiso verlas coronadas, a Consolación en 1964 y al Auxilio de los Cristianos en 1981.

En esta Capilla del Colegio Salesiano pasaría la noche la Santísima Virgen de Consolación para, ya por la mañana, recibir las oraciones de toda la comunidad salesiana. Desde este lugar partirá esta tarde para celebrar el primer día del Triduo Itinerante que llevará a Nuestra Señora de Consolación Coronada a muchos y bellos rincones de su ciudad de Utrera.

Fotos: Manuel Pinto Montero.