El año de las vísperas. José Cretario. ABC Sevilla

Ni la aprobación, nada más empezar el año, de dos nuevas hermandades, la del Polígono y la de Padre Pío, hacía presagiar que 2005 iba a ser el año en el que el toro de las vísperas se iba a coger definitivamente por los cuernos. Consideradas comúnmente como un cuerpo extraño en la Semana Santa, en parte por su falta de homologación estética, estas cofradías podían haber estado décadas y décadas sin moverse del sitio. Pero una hábil iniciativa liderada por el Polígono de Manolo Márquez, la de querer ir a la Catedral con nazarenos el Sábado de Pasión y el posterior apoyo cardenalicio, ha podido ser el suceso que cambie el rumbo de la historia. No hay nada mejor que una buena estrategia. En el fondo, salir como querían salir, era solo una excusa para mover el árbol. Lo importante es que caigan, como van a caer, las nueces.

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