Cómo conseguir en cinco minutos la campana para una torre parroquial. José Luis Montoya. ABC Sevilla

Aunque casi toda España estuvo el pasado sábado pendiente de alguna campana (en la plaza Nueva de Sevilla, Las Tendillas de Córdoba, Puerta del Sol de Madrid, etcétera), yo voy a escribir hoy de una campana distinta, y que además no existe todavía. Y es que hace unas pocas fechas asistí a la forma más sutil de conseguir una, tan sutil, que no me he podido resistir a la tentación de contar cómo fue.

Verán: en Sevilla hay un sacerdote que está de moda (yo sé que ésto no le va a gustar, pero es así), que se llama Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, a quien el Consejo de Cofradías eligió hace pocos meses para pronunciar el próximo Pregón de la Semana Santa de la capital hispalense. Bueno, pues este joven clérigo es párroco de Alcalá del Río, y pegando santos y religiosos sablazos ha conseguido restaurar el templo y dotarlo de una magnífica iluminación. Y de ello estuvimos hablando en un grupito que se formó en el cóctel que siguió a la inauguración de las nuevas instalaciones deportivas del Real Club Pineda, las cuales fueron bendecidas por el citado cura, quien, de forma taimada le dijo a Elías Hernández, que era uno de los integrantes, que a pesar de lo bonita que había quedado, era una pena que la torre no tuviera todavía campana, porque no había dinero para pagarla, a lo que el empresario arrocero le respondió que no se preocupara, que de allí no se iba sin el dinero. Y Rafael Álvarez Colunga, que también era de los del grupito, terció igualmente ipso facto y le dijo a Ignacio: «Eso está ya solucionado, porque la mitad la pago yo y la otra mitad que la pague Elías». Y dicho y hecho, acuerdo inmediato y problema solventado. La torre de la parroquia de Alcalá del Río tendrá campana. ¿Se puede conseguir algo con más celeridad y más diplomacia? Cinco minutos duró la negociación.

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