Arte Sacro
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La Cristalización de un esperpento previsible. Antonio Sánchez Carrasco


Era sábado de finales de enero  y me encontraba en Bollullos Par del Condado en una de las grandes bodegas que allí Moran (ñina chiste para iniciados) cuando entre las botas de la bodega Saúci el móvil empezó a vibrar. Lo tenía claro  "el cartel". Fino espina pura, vino de naranja, vermut..., y el móvil seguía sonando.

semana santa

Y con la clarividencia que dan los vinos del Condado lo tuve claro ha terminado la película del cartel de la Semana Santa. Un cartel en el que Salustiano ha hecho una obra continuista de su estilo. No puedes encargar un cartel de Semana Santa a Picasso y pensar que no va a hacer una obra cubista. Mientras almorzábamos en el Chocaito junto a la bodega me compuse en mi cabeza el relato. Tres partes de un mismo todo.

De un lado la caverna, con expresiones que rayaban el insulto personal a un autor que se ha limitado a expresar en un lienzo su idea de la Semana Santa. En la antítesis los culturetas  cofrades explicándolo todo como si el resto de capillitas nunca hubiéramos leído un libro y como si tuviera que gustar obligatoriamente. Como si la calidad de la obra fuera suficiente para ser un gran cartel. Y en el medio los cofrades rasos a algunos les ha gustado a otros no. Pero no es algo tan trascendental como para ejercitarnos en las dos facciones anteriores. Yo quiero carteles que me pellizquen igual que en el pregón no quiero sermones, pero bueno Salustiano ha dado su versión de nuestra fiesta y punto, ni recoger firmas para quitarlo, ni hacerse abanderado del carajaula de Rufián. Seguí con esas aceitunas verdiales memorables del Chocaito y todo fue disolviéndose, hasta que a los postres leí alguien que me nombraba entre otros muchos fotógrafos para un posible viraje en el cartel, hacia la fotografía. Algo que agradecí pero recé para que todo siga así, con la pintura, porque yo a veces tengo la autoestima más baja que el pecho de una culebra, como pa aguantar lo que está aguantando el bueno de Salustiano. Iba a gastarme el sueldo en psicólogos. Y por la tarde el Vía Crucis de la Hiniesta donde me dio mucha alegría ver al delegado del Domingo de Ramos con cirio, después de la que le dieron el año pasado, y es que cuando Dios aprieta ahoga pero bien, o como se diga.

#LosLunesAlSol

Foto: Fco. Javier Montiel.










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