Provincia. Brenes coronó como Madre, Reina y Soberana a María Santísima de los Dolores en su Soledad

Manuel Pinto Montero. Inolvidable fue la jornada del pasado sábado 29 de junio en Brenes para los hermanos y devotos veracrucistas que cumplieron el sueño de ver coronada a la Santísima Virgen de los Dolores con el amor y la devoción que este pueblo le profesa desde hace ya varios siglos. Atrás quedaba su anuncio en la tarde del 14 de enero de 2023 donde comenzaron los preparativos para el día anhelado por la Ve Cruz de Brenes. Han sido meses de nervios y de trabajo que culminaba en la Festividad de San Pedro y San Pablo o en la que será desde ahora para el pueblo de Brenes el día de la Coronación de la Virgen. Muchos fueron los hermanos y también curiosos que a lo largo de toda la semana se acercaban a los aledaños del Templo Parroquial para contemplar como poco a poco se levantaba el grandioso altar que cobijaría a la Virgen de los Dolores mientras las calles por las que pasearía se engalanaban para tan magno acontecimiento.

Alrededor de las siete y cuarto de la tarde María Santísima de los Dolores en su Soledad abandonaba el Templo de la Purísima Concepción con la tiara coronando sus sienes mientras era recibida con un caluroso aplauso en la Plaza primero de Mayo que la esperaba completamente engalanada. Poco a poco su palio se mecía a los sones de la Escolanía de Los Palacios y alcanzaba unos minutos después el Altar efímero que se levantó en uno de los extremos de la Plaza. Una vez que la Santísima Virgen de los Dolores ocupó el Altar la artista onubense Ana de Caro cantó el Himno de la Coronación Canónica con letra de Cristián López García y música de Daniel Albarrán Acosta.

A las ocho y media de la tarde se inició el solemne Pontifical con el Rito de la Coronación Canónica presidido y oficiado por don José Ángel Saiz Meneses, Arzobispo de Sevilla. En el inicio de la procesión de entrada los seminaristas portaron la corona como Padrinos de la Coronación Canónica de la Virgen de los Dolores. Numerosos sacerdotes y diáconos de Brenes o vinculados a la Hermandad acompañaron en el Altar con contó también con los acordes de la Orquesta y Grupo de Cámara Sacra de Arturo Artigas.

Todas las miradas se posaban en el altar tras la homilía del Arzobispo que procedía a bendecir la presea e imponerla en las sienes de María Santísima de los Dolores en su Soledad cuando el reloj marcaba las 21,15 horas de un día grande de San Pedro. Un viva rompía el momento solemne de la Coronación y el pueblo de Brenes rompía en aplausos y lágrimas de emoción mientras el cielo anunciaba con los cohetes que la Madre, Reina y Soberana de la Vera Cruz de Brenes había sido coronada con el amor de todo un pueblo.

María Santísima de los Dolores en su Soledad Coronada es obra anónima fechada según los expertos en el siglo XVIII y que algunos han atribuido al círculo de la Roldana. La imagen fue donada a la Hermandad en 1942 por don Alberto Ramírez Fito. Sobre sus sienes se le impuso la corona donada en 1990 por don Agustín Lara y doña Dolores Magro con motivo del V Centenario Fundacional siendo obra de Orfebrería de los Hermanos Delgados y enriquecida para el acto por don Ramón León.

Una vez finalizada la Sagrada Eucaristía se comenzó a organizar el largo cortejo de mujeres de mantilla que acompañaron a la Santísima Virgen de los Dolores Coronada junto a numerosas Hermandades venidas de distintos puntos de la Diócesis de Sevilla e incluso de otros puntos de Andalucía. También estuvieron presentes las Hermandades locales. La Banda de Cornetas y Tambores “Rosario y Victoria” abrió el cortejo delante de la Cruz de Guía. A las once de menos diez los costaleros levantaron a pulso el paso de palio de la Virgen de los Dolores mientras el Himno Nacional era interpretado por la Banda de Música de las Cigarreras de Sevilla.

Poco a poco abandonaba el Altar de la Plaza Primero de Mayo y pisaba el suelo de Brenes en una magnífica noche donde el pueblo se entregó a la Virgen. Desde un balcón se cantó por sevillanas y el cielo se iluminaba con fuegos artificiales que prácticamente estuvieron durante toda la procesión. Numerosos fieles la arroparon por la Calle Real engalanada con arcos y flores de papel, no quedó un solo rincón del recorrido sin que estuviese engalanado. La Hermandad del Gran Poder la esperó en su Casa Hermandad y la saludó con el repicar de sus campanas. Con la salve popular se despedía de la Hermandad hermana y seguí por la calle Real que la esperaba para cantarle de nuevo unas sentidas sevillanas que llenó de emoción a todos los presentes.

Ya en el Paseo del Agua buscaba la Ermita de San Sebastián donde la recibía la Hermandad del Cautivo. La Hermandad quiso en este día recordar sus orígenes que se encuentran en esta Ermita. En este punto se despidieron las Hermandades que la han acompañado en este día especial. Las voces blancas de los niños de Vera Cruz le cantaron a la Virgen en este punto que la recibió con fuegos artificiales. La Virgen de los Dolores se adentraba por distintos barrios y visitaba el Centro de la Fundación TAS, Trabajo, Apoyo y Superación de Barreras, donde la Hermandad ha establecido la Obra Social de la Coronación Canónica.

Fueron muchos los puntos que la Virgen de los Dolores recorrió en esa noche de su Coronación, por muchos de estos rincones no suele procesionar en la tarde del Viernes Santo y quiso que en este noche especial sus vecinos la tuviesen más cerquita. Para esta ocasión la Virgen de los Dolores estrenó saya bordada en oro sobre terciopleo negro diseñada por Álvaro Abril y realizada por el taller de Oro bordado de Dolores Fernández. Este mismo taller ha ejecutado el manto de la Coronación bordado en oro sobre terciopelo negro diseñado por Miguel Clarós. El paso de palio estuvo exornado por diversas flores de tonos blancos donde destacan el nardo y la rosa.

Durante su gloriosa procesión la Hermandad visitó a la querida Hermandad de San Benito Abad en la Calle Real. Con Rosario de Montesión llegada a la Casa Hermandad de San Benito que la esperaba con su carreta y el Estandarte antiguo entronizado en la misma. Con paso lento y acompañada por sus fieles la Virgen llegaba a puntos cercanos de la Avenida de Sevilla cuando llegaba la claridad de un nuevo día. Amanecía en Brenes cuando la Virgen se adentraba en la calle Joaquín Turina. La Virgen de los Dolores buscaba la Casa Hermandad de la Virgen del Rosario, Patrona de Brenes, cuando el sol ya bañaba las primeras fachadas de la localidad. En la calle Antonio Machado y Federico García Lorca el sol buscaba el bello rostro de la dolorosa de Brenes iluminando su palio en un amanecer veracrucista que no recuerdan en el pueblo de Brenes.

La Virgen de los Dolores seguía atravesando arcos de flores rematados con coronas o cruces cuando en la calle Gustavo Adolfo Bécquer le cantaban por sevillanas y se lanzaban pétalos a su paso. En su casa la esperaban para recibirla con pétalos rojos que cayeron sobre su palio cuando ya las campanas de la Iglesia de la Purísima Concepción la llamaban. Unos minutos pasaban de las diez de la mañana cuando regresaba a Casa junto al Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Caridad.

Brenes cerraba un día de ensueño, un día anhelado por todos los veracrucistas que han coronado a su Virgen de los Dolores, a su Soledad, aquella que cuida a su pueblo desde hace más de cuatro siglos y que ha recibido el regalo de su pueblo por ese amor y devoción que le tienen en forma de corona que cubre sus sienes y que la proclama como María Santísima de los Dolores en su Soledad Coronada.

ALTAR DE LA CORONACIÓN CANÓNICA

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