Cada 5 de julio... Antonio Sánchez Carrasco

Avanza el verano y en su inicio me toca cumplir años. Este cumpleaños pasado nos dió por visitar a unos amigos en Chipiona y disfrutar de esa familia que uno elige.

En el chiringuito hablando de cofradías entre otros temas tuve la suerte de encontrarme con mi amigo Javi, venía con sus hermanos de la Milagrosa de retiro el fin de semana. Siempre es una alegría cruzar unas palabras con amigos de toda la vida. Y también pudimos ver a la Virgen de Regla, un hermoso santuario donde la devoción mariana se despacha por toneladas y tras pasar la mañana con ellos nos fuimos hasta Conil para ver a los dos que seguro estaban allí el día que nací, mis padres. Un día con ellos en la playa de mi infancia te hace dejar de pensar hasta en como me plantearé el magno segundo congreso o quinto, según se mire, y esa procesión de vuelta que nos va a hacer a más de uno tener la capacidad de la bilocación. Porque si vas para un lado te pierdes otra cosa que seguro que querrías estar viendo. Ya solicitamos las invitaciones para ver cómo se corona la Piedad y el Cristo de la Misericordia, pero después de todo en lo cofrade mi mente no se iba ni se bajaba de mi memoria y es que el otro día tuve la suerte de que se abriera una de esas puertas que Sevilla te abre para mostrarle a tu cámara algo que nunca habías visto.

Y allí se quedó en mi cabeza y en la tarjeta de mi cámara y es que no olvidaré ese instante en el que vi la Eucaristía desde otro punto de vista. Gracias Álvaro.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.