IA. Antonio Sánchez Carrasco

Quizás no haya algo más de moda en este instante que la IA. La inteligencia artificial. Aquella que supuestamente viene a llegar hasta donde no puede llegar nuestra IN, inteligencia natural. En estas estamos que cuando la IN no llega, bien por desarrollarla poco, o por poco entrenamiento, ocurre que se usa la IA con menos luces que un palio con levante fuerza cuatro.

Podría poner muchos ejemplos incluyendo algún abrazo entre vírgenes que más que emoción daba grima o temblores de terror, pero todo aquel que anda por RRSS debe saber ya de lo que hablo, seguro. La IA es una gran herramienta para complementar lo que piense la IN, no para jugar con Ella como si fuera un videojuego de la Play. Quizás, como muchas veces he dicho, la Semana Santa es siempre hija del tiempo que le toca vivir y como tal estos son tiempos de poca formación, de postureo y de darle más importancia a lo accesorio que a lo esencial. Podríamos iniciar en Sevilla, donde siempre hemos sido unos adelantados los cofrades y cofradas, la nueva IS, la inteligencia sacra, aquella que te dice lo que nos enseñaron que era la Fe y el culto a una imagen. Aquellos rezos de mi Abuela Dolores a su estampa de la Virgen de la O. Aquello que hacían los priostes antiguos, con pocos medios,  para hacer relucir el patrimonio de sus imágenes, aquellos tiempos en los que la música no era más que un aditamento y los costaleros no se oían debajo de los pasos. Tiempos colectivos y no individuales, donde la Inteligencia Artificial y sus propiedades ni se imaginaban ni se necesitaba. Sólo piensen antes de darle al botoncito de compartir que a veces, como decía Voltaire,  el sentido común se convierte en el menos común de los sentidos.

#LosLunesAlSol