Provincia. El Castillo de las Guardas amaneció junto a Nuestra Señora de los Dolores

Manuel Pinto Montero. El pueblo de El Castillo de las Guardas amaneció un domingo de septiembre más junto a la Parroquia de San Juan Bautista para acompañar a la Santísima Virgen de los Dolores en el tradicional Rezo del Santo Rosario por las calles de la Villa. Con este culto la Hermandad del Cristo de la Misericordia culmina el calendario de cultos celebrada en honor de su dolorosa.

La Santísima Virgen de los Dolores paseó por las calles de su pueblo acompañada por numerosos fieles que rezaban los distintos misterios del Santo Rosario. Junto a los rezos de los vecinos se escuchaban los sones de las marchas procesionales en una hermosa mañana del recién estrenado otoño.

Nuestra Señora de los Dolores, obra de Antonio Castillo Lastrucci de los años 40 del siglo XX, procesionó en su paso luciendo saya bordada y manto liso. Sobre sus sienes portó la Santísima Virgen corona de metal dorado y en sus manos sostuvo un rosario y un pañuelo. El paso estuvo exornado con claveles y gladiolos blancos. A los pies de la Dolorosa se pudo ver un pergamino y un sobre pidiendo por todos los vecinos. 

Con gran emoción la esperaban sus vecinos, sobre todo aquellos mayores que se emocionaban al contemplarla tan cerca cuando su mirada se encontraba con la de la Virgen de los Dolores. Con el sol bañando las casas y calles castilleras la Santísima Virgen regresaba a su casa donde aguardará el encuentro de nuevo con sus vecinos en la tarde del Viernes Santo.

 

Fotos: Manuel Pinto Montero.