Provincia. María Santísima de la Esperanza recibió la Medalla de Oro de El Viso del Alcor en su XXV Aniversario

Manuel Pinto Montero. Intenso fin de semana el que ha vivido la Hermandad de Redención y Esperanza de El Viso del Alcor en torno a su bella titular mariana que ha cumplido el XXV aniversario de su llegada a este municipio de los Alcores. La Hermandad ha preparado un programa de actos conmemorativos desde finales de septiembre hasta finales de octubre, siendo el 12 de octubre uno de los días más esperado por la corporación visueña que se reunía junto a su dolorosa en el Templo Parroquial de Santa María del Alcor, el mismo lugar donde hace veinticinco años era bendecida la talla de la Santísima Virgen de la Esperanza.

El jueves 10 de octubre fue trasladada hasta el Templo Parroquial para la celebración de la Solemne Misa Pontifical de Acción de Gracias por el XXV Aniversario así como para la imposición de la Medalla de Oro de la Villa. La tarde del 12 de octubre se celebró la Eucaristía presidiendo el presbiterio la sagrada imagen de María Santísima de la Esperanza. María Santísima de la Esperanza es obra de Ventura Gómez Rodríguez y fue bendecida el 23 de octubre de 1999. 

Tras este día de gozo la Hermandad preparó el regreso triunfal de la Virgen de la Esperanza a su Capilla en su barrio de Huerto Queri. Para este traslado la Santísima Virgen de la Esperanza lució saya de terciopelo granate bordada por doña Inmaculada Jiménez Barrero bajo diseño de don José Aguilar Hernández bendecida el pasado 6 de octubre. La Virgen de la Esperanza portó el manto de la Virgen de Gracia y Esperanza de la Hermandad sevillana de San Roque, así como la Corona de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso de la Hermandad de Jesús Nazareno, la misma corona que portó el día de su bendición. En su mano derecha sostuvo un pañuelo mientras que en la izquierda portaba un bello rosario. En su pecho la Santísima Virgen lucía la Medalla de Oro de la Villa de El Viso del Alcor.

Las andas fue portada por hermanos y devotos y estuvo exornada por rosas de tonos rosáceos y contaba en la delantera con candelabros de guardabrisas de plata. Los sones de la Banda de Música de Santa María del Alcor la acompañaron a su regreso al barrio donde se vivieron momentos emotivos al paso de la dolorosa del Martes Santo visueño por la calle Nájera que desde ese instante pasaría a denominarse calle de María Santísima de la Esperanza en honro de la vecina más ilustre que tiene el barrio.

Antes de regresar a su Capilla la Virgen de la Esperanza volvió su mirada al Cementerio Municipal y se rezó en recuerdo de todos los fieles difuntos. Pasadas las ocho de la tarde entraba en su Capilla y volvía reencontrarse con el Señor de la Redención. Por unas horas El Viso del Alcor llenó de Esperanza como lo hace la tarde del Martes Santo dejando una estela verde de devoción de un barrio que la tiene como Madre y Protectora desde hace ya XXV años.

Fotos: Manuel Pìnto Montero.