Sólo antes las Nieves. Francisco Santiago

Arreciaba el frío mañanero del domingo 12 de agosto. Sevilla, a pesar del Sol, se acurrucaba buscando calor en cualquier recóndito rinconcito donde el astro rey dejara recaer sus rayos.

En San Isidoro, la Hermandad de las Tres Caídas esperaba al Obispo Auxiliar para que presidiera la Función Principal a sus Titulares. Santiago Gómez llegó como siempre suele llegar, esbozando una amplia sonrisa y saludando a todo aquel que le esperaba sin saltarse a nadie.

Tras los saludos, se dirigió al único lugar del templo donde siempre hay una temperatura neutral, donde el barroco y el Santísimo se hacen uno y donde la Virgen de las Nieves parece sonreír ante la llegada de su hijo.

Fueron leves momentos de silencio, silencio de respeto y de profundo rezo para engrandecer al espíritu y tras él, el gozo de una Función Principal bajo los mágicos acordes de una orquesta de cámara con voces blancas.

Infinito gusto en todo; el altar, la música, el exorno, la imaginería... Dios estuvo el Domingo en Sevilla..., y Santiago Gómez le acompañó.

Fotos: Francisco Santiago