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Provincia. Las Navas de la Concepción acompañó a su Patrona, Nuestra Señora de Belén, en su tradicional Romería


Manuel Pinto Montero. Como manda la tradición cada tercer domingo de agosto amanece con aires romeros en el bello pueblo de Las Navas de la Concepción, en plena Sierra Norte de Sevilla, ya que celebra la romería en honor de su Patrona, Nuestra Señora de Belén. Tras el rezo de la Salve los romeros junto a la hermosa talla de la Santísima Virgen caminan hasta la Ermita enclavada en un bello paraje natural a orillas de la Rivera de Ciudadeja, a unos siete kilómetros de la localidad.

Los romeros naveros portan a su Patrona a hombros sobre unas sencillas andas exornadas con flores de diversas tonalidades. La imagen de Nuestra Señora de Belén es obra de Antonio Castillo Lastrucci, bendecida el 29 de junio del año 1947. Para su anual romería luce la Santísima Virgen sus galas de pastora, compuesta por saya de tonos claros, manto y capa de terciopelo verde, sobre camisa y corpiño blanco. En su mano izquierda sostiene al Santísimo Niño Jesús que luce pequeño pantalón de terciopelo verde, camisa y corpiño blanco, sobre sus sienes, al igual que la Santísima Virgen, luce sombrero con flores.

Entre sevillanas y bailes los romeros recorren el camino que separa el Templo Parroquial de la Inmaculada Concepción, donde reside todo el año la Santísima Virgen de Belén, y su Ermita, a la que llegan tras algo más de tres horas de camino. El entorno por el que transcurre la romería es de una gran belleza, siendo la Rivera de Ciudadeja uno de los parajes más emblemático de la localidad y de la Sierra Norte sevillana. Cada año en agosto su tranquilidad se ve sorprendida por la devoción de un pueblo hacia su Patrona, y es que son muchos los romeros que caminan por este paraje natural donde se encuentra la Ermita de la Virgen de Belén, levantada con el cariño de sus devotos en los años ochenta.

Cerca de la una de la tarde llegaba la Santísima Virgen de Belén a su Ermita subiendo, sobre los hombros de su pueblo, los escalones que la llevan a las puertas de la Ermita. En este lugar se celebró la Eucaristía dando paso a la convivencia de los hermanos durante algunas horas. Con la caída del sol llegaría de nuevo la Virgen de Belén a su pueblo que espera ya impaciente la noche del 8 de septiembre para volver a ver en sus calles a su Patrona en la gloriosa procesión con motivo de su Festividad.

Fotos: Manuel Pinto Montero.










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